Mundial de 40: Marcelo Caisapanta, un 'as' de los naipes en Quito
El juez ecuatoriano es el más experimentado con 37 Mundiales encima. Abogado de profesión, deja un legado en las barajas
Sentado en la esquina de la mesa y con la atención de los cuatro jugadores, Marcelo Caisapanta, un abogado de profesión y juez de 40 por pasión, imparte las instrucciones de la partida correspondiente a una de las rondas del reciente Mundial que se disputó en Quito por las fiestas de fundación.
Antes de iniciar, el quiteño de 71 años saluda a los participantes y luego comparte las reglas, como, por ejemplo, “si no cantan los puntos no los doy”, “las cartas siempre deben estar bajo la mesa” o “no se pueden hacer gestos en forma de señales”, entre otras.
Y es que Marcelo, un reconocido abogado litigante, conoció las bondades de este juego de naipes que tiene como objetivo obtener 40 puntos para ganar la partida, en el barrio de San Roque (centro), uno de los más antiguos y tradicionales de Quito. Fue ahí donde se inició primero como jugador. “Desde pequeño mi padre (Manuel Caisapanta) me enseñó las reglas y siempre disputaba las partidas con mis amigos del barrio, sobre todo en fiestas de Quito”, rememoró.
A la par de ser ‘cuarentero’, Marcelo empezó a impartir justicia en las partidas, de ahí que el ‘bichito’ de ser juez lo atrapó tanto que actualmente suma 37 ediciones en este cargo del Mundial de 40 que organizó hasta el miércoles la Asociación de Periodistas Deportivos de Pichincha (APDP).
El vínculo con el torneo, realizado desde 1969 por el gremio periodístico, se dio desde 1987. “Un conocido diario de la capital impartió un curso para jueces. Había muchas personas y yo aprobé en el quinto lugar; luego empezamos a intervenir en el Mundial hasta la fecha”, recordó.
Debut en el Mundial
La primera partida que Caisapanta dirigió fue con ‘pesos pesados’ del periodismo deportivo de la época como Carlos Efraín Machado, Alfonso Lasso Bermeo y los hermanos Oswaldo y Carlos Rodríguez Coll.
Sobre aquella partida, el juez con mayor antigüedad y que sigue vigente en el torneo, enfatizó que “estaba algo nervioso, pero para hacer este trabajo hay que tener concentración, dedicación y disciplina, todo eso reunido hace que apliquemos las reglas de la manera más justa, como me enseñó mi padre”.
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Los conocimientos en este deporte de la bajara hicieron que, conjuntamente con el periodista Carlos Sandoval, y otros cuarenteros de larga data, confeccionen el reglamento del Torneo de la APDP.
Controlar las mañas
Dice el dicho que “hecha la ley, hecha la trampa” y en el 40 no es la excepción, ya que -según Caisapanta- algunos jugadores utilizan algunas mañas para sacar ventajas y de eso debe estar atento el juez.
Para controlar esto, el juez mira bien los movimientos de los jugadores y siempre está atento a las jugadas. La sanción es “primero verbalmente, también acostumbro a restar dos puntos y si reincide suspendo la partida e informo la decisión al director del torneo”.
El aplicar las reglas no le ha traído mayores problemas porque “el juez debe estar tranquilo y no perder el control. En el 40 los que reclaman y critican son los malos perdedores”, aseguró.
Caisapanta, quien dirigió cinco finales, y sus compañeros jueces estuvieron prestos la noche Del miércoles para impartir justicia en la final del Campeonato Mundial de 40, que se disputó en uno de los salones del hotel Quito.
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