Mundial Femenino: Nueva Zelanda empieza a rendirse a la magia del fútbol
La máxima cita del balompié comenzará la madrugada de este jueves 20 de julio en Oceanía
La pasión de Nueva Zelanda por el rugby es innegable. En los bares, fotos de los All Black adornan las paredes, mientras que charlas de los últimos resultados son habituales. Pero poco a poco el país se rinde a la magia del fútbol y, entre la curiosidad y la simpatía, se sumerge al clima del Mundial femenino.
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Leer másA menos de 24 horas de la inauguración de la gran fiesta del fútbol global, en el Eden Park de la ciudad de Auckland, la nación oceánica parece haber abrazado, aunque tímidamente, la fiebre futbolística.
"Pese a que es un país donde el fútbol no es el primero ni el segundo deporte, hay mucha propaganda de la Copa del Mundo", y "realmente hay un intento de hacer que más gente se interese en acudir a los partidos", explica el brasileño Elias Leschewitz, quien vive desde hace casi cinco años en la localidad de Wanaka, a unas tres horas de Dunedin, una de las cuatro sedes del torneo.
Cada día miles de aficionados arriban para disfrutar de la cita mundialista, mientras que las grandes ciudades se tiñen de los colores de las 32 selecciones nacionales que disputarán este Mundial.
En el aeropuerto de Auckland, la principal puerta de entrada al país, centenares de turistas desfilaban por los pasillos luciendo orgullosos las camisetas de sus respectivos países.
Nada más desembarcar en la terminal internacional, los fanáticos eran recibidos por una gigante pantalla interactiva que les invitaba a sacarse fotos con la bandera de sus selecciones al fondo.
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Leer másAsimismo, muchos esperaban en largas colas en búsqueda de vuelos de última hora, muchos de los cuales ya estaban agotados.
En un breve paseo por las calles de la mayor ciudad de Nueva Zelanda, que es también el cuartel general de la tetracampeona Estados Unidos, se pudo comprobar como varios niños exhibían sus peinados azules, emulando el icónico estilo de Megan Rapinoe.
"Soy estadounidense pero vivo en Australia con mi hijo. Hemos venido a Auckland para apoyar a EE.UU. pero sobre todo a ver Megan, ya que esta puede ser nuestra última oportunidad de verla jugando", dijo la arquitecta Amy Berger.