El Open de golf se volvió un asunto familiar
El guayaquileño Rafael Miranda compite en el PGA Tour Latinoamérica, en Quito. El caddie fue su hermano Juan Antonio
Apenas encajó la pelota en el hoyo 18, Rafael Miranda abrazó a su hermano Juan Antonio, quien cumplía las funciones de caddie. Los dos estaban muy emocionados, a pesar de que la tabla del guayaquileño marcó un -2, dejando un global de +1 tras las dos primeras jornadas del Open PGA Tour Latinoamérica, que se cumple en Quito.
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Leer másSu registro está lejos de los primeros lugares, pero lo dejó en una situación expectante para clasificar a la jornada del fin de semana, que será la que defina al campeón.
En este torneo están 144 jugadores de 28 países. Algunos deportistas han participado en el Abierto de Estados Unidos y el torneo de Maestros, por lo que el nivel es muy alto.
De todas maneras, para él fue suficiente, ya que marcó el regreso a la competencia después de un año complicado por las lesiones. “Más que el resultado fue la emoción de volver a competir a este gran nivel. Debo reconocerlo, no le estoy pegando bien a la pelota, pero la luchamos desde ayer (jueves)”, dijo Miranda.
Debido a que recién estaba volviendo de las lesiones (cintura y hombros), necesitaba una ayuda extra. Por ello, su hermano mayor, Juan Antonio, quien fue jugador, se ofreció a darle una mano como caddie.
El objetivo fue transmitir su experiencia sobre la cancha para ayudarle a tomar las decisiones correctas, con cabeza fría y levantar una marca que le permita seguir en competencia.
Hasta el cierre de la edición no terminaban de jugar los deportistas asignados al horario vespertino, por lo que no se definía si Miranda continuaba en el evento.
Él tenía la esperanza. Su marca estaba cerca al límite y, de paso, apareció una nueva carta a su favor: el clima.
La lluvia cayó con fuerza en la tarde y eso empezó a condicionar los golpes de los demás participantes. Aunque todos tenían la posibilidad de suspender su intervención hasta que mejore el clima, esas pausas y cambios de viento influyen en los golpes.
“El golf es de momentos. Ojalá que el clima haga lo suyo y me permita clasificar”, dijo entre bromas Miranda, quien a sus 28 años ha sido múltiple campeón nacional de golf.
Igual, él insistió en que ya era un éxito formar parte de un torneo tan grande y sobre todo, compartirlo con su hermano, quien se volvió su apoyo incondicional durante estos tres años que lleva como jugador profesional. “Es la Copa América de golf. Creo que este evento es el más importante del año en el país, por eso me siento así”, concluyó.
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