Paralímpicos, un interés obligado
Deportistas y población ecuatoriana reconocen que los oros de Carapaz y Neisi los “enganchó”. Gritan ser visibilizados
El ejercicio fue sencillo: salir a la calle y preguntar si el ciudadano común sabía si Ecuador ganó medallas en los Juegos Paralímpicos y quiénes lo lograron. El resultado fue interesante.
La mayoría conocía del logro tricolor, pero nadie de los nombres, ni el número de medallas y mucho menos las pruebas en las que se compitió. En gran proporción los ciudadanos tendieron a relacionar los oros Olímpicos de Richard Carapaz y Neisi Dajomes, así como la plata de Tamara Salazar, con lo que hicieron los Paralímpicos, cuando una cosa fue distinta a la otra, o en el mejor de los casos aceptaron que ellos los llevaron a “engancharse”. Una realidad visible.
Kiara Rodríguez, Damián Carcelén, Roberto Chalá y Jordy Congo, 4 de los 8 atletas paralímpicos, entre ellos una medallista y dos ganadores de diplomas en Tokio, están conscientes de la situación, pero no dudan que lo logrado deja sentado un precedente para que en el país ya se hable de su categoría como nombre propio.
“Sentimos el interés de la gente como nunca antes. En redes sociales fue bonito ver que estaban identificados. A nivel de instituciones deportivas pudimos entrenar en Turquía con semanas de anticipación, pero eso no deja de ser menos cierto que antes de todo el ciclo poco o nada se hablaba de nosotros”, precisó Rodríguez, quien ganó bronce en salto largo y diploma en los 100 metros planos de la cita para personas con capacidades diferentes.
Damián Carcelén, velocista de 400 metros planos T20, quien también fue diploma, precisó que el sentirse apoyados por la gente los “motivó a dar más”. “El pueblo estaba muy atento, activo, apoyándonos; eso a la larga fue una fortaleza para los que estuvimos en competencia”, confiesa.
Para Jordy Congo, lanzador de bala, quien fue cuarto, pero terminó siendo descalificado, el mensaje de estos Juegos es potente y radical. “Siendo sinceros, los deportistas paralímpicos no hemos sido tan sonados en el país, algo que no ocurre en otras naciones donde esta categoría es tan importante como los Olímpicos... Confío que con el tiempo y con lo que hemos conseguido se vaya sabiendo más de nuestra categoría y la atención hacia nosotros mejore o incremente”, precisó.
Finalmente Roberto Chalá, deportista de salto largo T20, quien también consiguió diploma, sostuvo que el equipo de capacidades distintas deja una concienciación especial. “Demostramos que no hay discapacidad que se pueda superar”. Los premios y homenajes terminaron; es ahora que empieza la verdadera prueba para saber el efecto que dejaron los Paralímpicos, tanto en las instituciones como en la sociedad por el interés que deben demostrarles.
57 años,soldador
78 años, ingeniero
56 años, fotoperiodista
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