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Ariel Holan debutó como entrenador de Barcelona con una victoria sobre Universidad Católica.GUSTAVO GUAMÁN / EXPRESO

Pateando Tachos: Ariel Holan en su primer ensayo no desafinó

Opinión | Los que mejor interpretaron su idea fueron Fernando Gaibor, Nicolás Ramírez, Lucas Sosa y Álex Rangel

Se presiona para hacer fútbol, no se juega para presionar. Este es un reflejo del enfoque ambicioso de la percepción proactiva de la presión alta, la de recuperar el balón en campo rival para atacar rápido al adversario y desorganizarlo más cerca de su portería.

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Cuando haces una buena presión alta, defiendes menos minutos en zonas defensivas bajas y, si haces buena salida de balón, lo otro fluye de manera natural. Con una buena presión alta se podrá disponer del balón rápidamente para poder atacar de nuevo, lo que generará un menor desgaste físico.

Entre los tres principios fundamentales de la presión alta están el acosar al jugador con balón (en el espacio de intervención o salida), fijar a los rivales próximos (en espacio de ayuda mutua) y vigilar a los alejados (en el espacio de cooperación).

El espacio de intervención se refiere a una situación de juego que es irrepetible, hay un nivel alto de interacción entre los jugadores que están próximos al balón.

Y es que los talentos tienen muy poco tiempo reflexivo en esa situación (corto tiempo para pensar), por lo que la incertidumbre es tan elevada que van a necesitar mucha autonomía, creatividad e intuición para resolver esa situación de juego única e irrepetible.

Esto hace que el entrenador tenga poca o escasa influencia sobre todo lo que ocurre en ese espacio de intervención. Ahí los que mejor interpretaron esa idea fueron Fernando Gaibor, Nicolás Ramírez, Lucas Sosa y Álex Rangel.

En la zona de Gaibor la circulación espesa encontró otra velocidad. No forzó jugadas que aparecen de manera natural cuando están dadas las condiciones. Fue más elaborador que chocador. Registró un 85 % de pases completados hacia delante.

En un partido ráfaga encontró la llave. Preciso y simple en el medio, donde había que llevar el balón de un lugar al otro. Parecía que iba a desbordar, juntó dos rivales y descarga, ese fue su propósito. Tiene buena pegada y es recurrente en esa búsqueda.

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