Pateando Tachos: El grandioso Javier Burrai
OPINIÓN | Las atajadas del meta argentino influyen el destino de Barcelona SC. Sus manos forjan y tuercen la historia de los partidos
Nunca se considera vencido mientras no le hayan marcado el gol; se siente capaz de impedirlo.
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Leer másEs el prototipo del arquero atajador. Tiene agilidad, vista y reflejos, decisión para ir hacia la pelota absoluta. Intuición para medir la trayectoria de cualquier remate cuando todavía no terminó de salir del pie impulsor, y formidable recuperación para girar en el aire o arquearse hacia atrás o volver a saltar después de una caída. Como hombre de línea del arco, es capaz de salvar pelotas imposibles en proporción superior a todos sus colegas de puesto.
Esa virtud obedece a resolver problemas que su defensiva generó por sus limitaciones.
Analiza el juego y anticipa mentalmente las próximas dos o tres maniobras para no verse obligado a intervenciones desesperadas. Eso suele ocurrir en pelotas derivadas en córners o tiros libres, cuando se las tiran al primer palo. Es imposible que lo induzcan al error por la excesiva confianza que tiene para estirarse y llegar antes.
El problema es cuando un adversario logra meter su cuerpo entre la pelota y el vuelo planeado de Burrai.
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Leer másHa mejorado sus condiciones naturales por obra de sus técnicos y capacidad de autocrítica. Entrega bien la pelota con velocidad y sentido creador. Sin regalarla a la disputa franca de compañeros y rivales. Domina más el área sin aferrarse tanto a la tabla de salvación que son sus buenos reflejos y su excelente coordinación muscular.
Estudia a sus rivales. Sabe quiénes rematan, cómo rematan, cuándo rematan. En este caso, la intuición del atajador ha recibido un claro aporte del jugador.
Las atajadas de Burrai influyen el destino de Barcelona SC. Sus manos forjan y tuercen la historia de los partidos.