Pateando tachos: Liga de Quito, los mejores del Año 2024
Opinión: En lo que refiere a la mejor línea de 4, Quintero, Adé, Schunke y Leonel Quiñónez figuran con merecimiento.
El mejor bloque defensivo de la temporada pasada estuvo compuesto por Domínguez, arquero de atajadas decisivas y determinantes que dejaron al país sin aliento y que además se consagró como el único ganador de 10 títulos de campeón (9 con Liga de Quito). Aunque fue el más ovacionado en todas las canchas, hoy nadie parece recordar que recibió duros cuestionamientos. Muchos llegaron a pensar incluso que estaba en el umbral de la despedida; aún así Dida mostró los secretos debajo del arco, conocimientos de cómo caminar el área y ordenar a la defensa.
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Leer másY es que los arqueros siempre son responsables de algún error. ¿Por qué? Porque detrás del portero está la red y los camarógrafos. Nadie puede ayudarlos a corregir una equivocación. En cambio, si un delantero pierde un gol, dicen que lo importante es que estuvo allí, y que tendrá otra oportunidad. De ahí que Dida Domínguez es el rey de los unos, al punto de que debe ser el único arquero de nuestro fútbol que genera unanimidad en el elogio.
En lo que refiere a la mejor línea de 4, Quintero, Adé, Schunke y Leonel Quiñónez figuran con merecimiento.
La mayor capacidad de recuperación es no perder la pelota. La intensidad futbolística es efectuar el mayor número de acciones tácticas con eficiencia en el menor tiempo posible. Es ahí donde la actitud volitiva de Joao Ortiz es determinante al buscar intensidad, agresividad y velocidad defensiva como medio centro. Sino se defiende bien individualmente habrá problemas colectivos.
Cerrar las líneas de pase no implica acosar al adversario, sino estar predispuesto para condicionar los pasillos de circulación del balón.
Una cosa es lo primero y otra son las posiciones de recepción del balón. Aquí Piovi cortó toda promesa de contrataque adversario y cambió el ánimo del equipo que fue el soporte del rendimiento. Lo más importante no fue ver lo que hace el rival, sino anticiparse a lo que hará.
Por su parte Jhojan Julio, creativo descomunal de técnica pura, fue tácticamente un perceptivo decisional. Sin errores clamorosos. Maniobra corta para adentro y para afuera, sin dudas. Las luces del partido iban sobre él.
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No es lo mismo concentración en el juego que concentración en el balón. El jugador es inteligente, el balón no. Se arma la anatomía de la táctica con gol. Julio esquinaba el tiro por su posición corporal. Insistente armador de ataque. Desnivel con pase claro. A los últimos metros llegaba esforzado, imperturbable.
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Leer másChe Che Arroyo, el que elegía bien, ejecutaba mejor. Buen giro, se filtraba en el paréntesis de la defensa donde no había cierre (entre lateral y central). Tiene percepción (observa), decisión y ejecución correcta (recibe y pasa). Profundo sin gestar demasiado. Su gambeta iba hacia dentro y le quedaba un resquicio para lanzar sobre la carrera del nueve. No se apichonaba, no le tenía miedo a la presión. Estaba cargado de condiciones.
Arce ganador en la zona donde debía prevalecer los cabezazos de los centrales. Recibía el balón en las mejores condiciones para jugarlo en el menor tiempo posible. Se adelantaba a la siguiente acción; no la que estaba transcurriendo. Su visión de juego no significaba mirar constantemente el balón. Se acostumbraba a vivir en la incertidumbre, a generarla. Un goleador que sabía a qué jugaba su equipo, la obra global, y a qué jugaba él dentro del equipo; su rol dentro del guion establecido.
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