Pateando Tachos: Moisés Caicedo, el talento interminable
Opinión: Su personalidad dominante, la capacidad motivadora y su actitud positiva hacen que toda Europa lo quiera
Como las agujas de un reloj, está donde debe, corriendo lo justo; por riqueza técnica, evita movimientos innecesarios, juega simple, apuntando el centro del área. Y es que el eje de la cancha le queda pequeño a su talento expansionista.
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Leer másSabe que los espacios son más importantes que los adversarios. De 5 u 8, es un proletario valioso con imaginación. Su juego es una larga sesión de toques hipnóticos.
Su personalidad dominante, la capacidad motivadora y su actitud positiva hacen que toda Europa lo quiera. Su técnica le da el privilegio de ser exacto y su inteligencia implacable. Encuentra la mejor solución y la ejecuta en el menor tiempo posible.
Rechaza el egoísmo con la prestancia de quien tiene muchos secretos por descubrir.
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De medio centro, arma la jugada para que el equipo juegue bien. Por la posición que ocupa en el campo, es el que tiene mayor panorama para ordenar el juego. Cuando se ofrece para ser vértice de la jugada es porque está observando por dónde puede progresar el ataque. Si está tapada la pelota en un sector y hay que sacarla de ahí, da un paso adelante y cambia la velocidad, para romper el ritmo. Si el balón no pasa por el mediocampo, difícilmente se puede jugar bien.
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Leer másUno de los errores básicos de los mediocampistas es que solo miran el balón. Si un jugador mira solo la pelota, juega para solucionar situaciones concretas, pero no para manejar el partido. No sabe cuándo hay que elaborar, cuándo hay que acelerar y profundizar. Se pierde sorpresa.
La admiración está reservada para quien mete esas pelotas cortitas de gol que dejan a los defensores mirando para otro lado, porque esperaban la jugada lógica. El fútbol consiste en ganar distrayendo. Amagar una cosa y hacer lo contrario, como ejecuta Moisés Caicedo.
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