El peloteo obligatorio de año nuevo en el barrio se disputó en Quito
En San José de El Inca, al norte de la capital, el 2025 empezó con fútbol. Los vecinos no dejan que muera una tradición
Desde hace 21 años, la calle Tulipanes, en San José de El Inca, al norte de Quito, se cierra al paso vehicular para un torneo de fútbol barrial que se ha vuelto indispensable entre los vecinos. Y es que en esta calle, la tradición de las viudas y monigotes se combina con el deporte callejero para despedir el año que se cierra.
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Leer másTodo empezó cuando un grupo de amigos, tras haber sido parte de un torneo de fin de año, decidieron que querían tener su propio campeonato más cerca. De ese grupo de personas, Vladimir Ushiña es el único que se mantiene en la organización, de ahí que recuerda con nostalgia el primer año, cuando los arcos los armaron ellos mismos, con palos que consiguieron en un bosque cercano a la zona.
Entre los panas también buscaron la calle más idónea para el juego, pues debía ser lo más plana posible. Eligieron la Tulipanes, en el tramo entre Palmeras y Viñedos, desde entonces no se ha movido de ahí.
Vladimir recuerda que la edición inaugural tuvo seis equipos y, aunque encontraron oposición entre algunos vecinos que no querían que se cierre la vía, con los años los participantes fueron aumentando y hasta aquellos a quienes no les gustaba la idea, terminaron por encariñarse con su campeonato.
Actualmente el límite de equipos es de doce y se da prioridad a los que han estado más años, pues al jugarse en un solo día y con fase de grupos, es imposible inscribir a más.
Los partidos se disputan desde las 07:00 con dos tiempos de quince minutos, a cinco jugadores por escuadra y con cambios ilimitados. Los espectadores también acompañan desde temprano y van ocupando la parte de la vereda que queda disponible fuera del trazado de la cancha, que ocupa la mitad de ese espacio.
Entre los vecinos, ya nadie se imagina el fin de año sin los partidos de fútbol y por eso agradecen que Vladimir haya continuado con la tradición. Él, por su parte, también valora el nivel de organización que ha ido consiguiendo año con año, desde tener arcos propios (ya no de madera), sumar arbitraje profesional e incluso tener transmisión de los partidos con periodistas deportivos locales.
El campeonato de la calle Tulipanes es todo un evento, pues incluso se han dado el lujo de tener artistas al final, cuando el balón se detiene y arranca el baile general con los vecinos. Ushiña presume que en una ocasión, en 2012, tuvieron en el cierre de su torneo a Margarita Lugue, reconocida cantante de ´chicha´.
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Al ser ya una tradición tan arraigada en el barrio, la disputa por ser el campeón anual se vive con mucha pasión. El equipo dominante es ´Cada Ocho´, que ha conseguido el trofeo en diez ocasiones. Pero en la reciente edición, los familiares que lo conforman decidieron enviar a sus juveniles ante la imposibilidad de hacerse presentes por cuestiones laborales. Los ´pelados´ llegaron a semifinal, pero cayeron por penales, dejando la opción de un campeón diferente.
La final
El partido de definición de esta edición se dio entre Nasty Boys, de gran fortaleza defensiva, y La Palomera, quienes más propusieron, a pesar de que en todo el primer tiempo no encontraron efectividad, también por la intervención del arquero Ángel Muela.
La segunda parte fue muy similar hasta superar los siete minutos de juego. La resistencia de Nasty Boys todavía impedía los avances de La Palomera, pero tanta fue la insistencia sobre el arco de Muela que en el minuto 8 se abrió el marcador y llegaron dos más al hilo. Del pie de Erick Preciado, en dos ocasiones, y de Wacho, La Palomera concretó un 3-0 contundente y se quedó con el trofeo para iniciar el año como campeones por primera vez, tras tres participaciones.
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