Los 'más queridos' del ecuavóley
Este tradicional deporte cobra fuerza en una cancha del Valle de los Chillos gracias a un grupo de amigos que lo practican
El ecuavóley despierta pasiones en quienes lo practican en diversos lugares de la capital. Entre ellos está el cantante Gerardo Morán. El más querido, como se conoce popularmente, encontró en esta práctica un hogar, pues con su grupo, a quienes bautizó también como ‘Los más queridos’, no solo se juntan en la cancha, sino que se han vuelto como hermanos en el ámbito personal.
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La idea era juntar a varios artistas para practicar deporte. “Esto nació en mi casa, cuando invité a un grupo de amigos a jugar y se fueron uniendo de a poco. Llegó el esposo de Paty Ray, el de Katy Egas, el profe Sixto Vizuete, por ahí el Capi Zapata”, cuenta Morán sobre los primeros encuentros hace ya una década.
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Leer másSin que se dieran cuenta cómo, los amigos empezaron a llegar en más cantidad y el ecuavóley de los miércoles se volvió infaltable. Con el tiempo debieron cambiar el lugar debido al clima, pues la lluvia interrumpió las jornadas, por lo que buscaron una cancha con techo.
En la actualidad, el grupo lo conforman cuarenta hombres, quienes se encuentran cada semana en una cancha en el Valle de los Chillos y con una apuesta simbólica, de 10 dólares, se enfrentan en varios partidos sin importar la hora en que finalizan los duelos.
El ecuavóley les apasiona y es una forma de mantenerse activos físicamente, pero según cuenta el artista, el compañerismo que han generado es otra gran motivación para asistir. La única regla para permanecer en el grupo es “no ser sobrado”. El Más querido no tolera que alguien pretenda “mirar por arriba del hombro a un compañero”. Eso no lo permiten e incluso establecieron sanciones.
Entre ellos se cuidan “como familia” y recuerdan, por ejemplo, la época de pandemia, en donde debieron poner a prueba su solidaridad, pues algunos compañeros no lograban costear los gastos de la enfermedad, y otros, sin trabajar, no tenían ni para comer. Entonces se vio la generosidad de todos y eso acabó uniéndolos mucho más.
También asisten a invitaciones en distintos barrios de la capital, en donde la gente se ilusiona de poder ver a Gerardo Morán, quien juega de servidor, en plena acción con la pelota.
“Yo soy de los bajitos, créame. Por acá está el más malito, al lado mío”, bromea, a la vez que destaca que “hay muy buenos jugadores, como el profe Byron Reinoso, que tiene una escuela de ecuavóley, Heredia, el Pato Willy, que es esposo de Paty Ray.
En el grupo los más jóvenes son los hijos de Morán, Jahir Gerardo y Joshua Gerardo, quienes ya tienen 17 años y han terminado siendo muy fanáticos también del ecuavóley.
“Desde pequeños veían que jugábamos en la casa y fueron aprendiendo”, cuenta. Los gemelos son muy cercanos con su padre y en esa relación, el ecuavóley lo ven también como un espacio para compartir.
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