
Quinindé, un semillero en el que ahora se fija el fútbol de España
La filial del equipo que hace sede en Guayaquil busca con tres cazatalentos a jugadores en Esmeraldas que empiecen el sueño
En el corazón de Quinindé, un pequeño cantón de la provincia de Esmeraldas, hay emoción y expectativa. El estadio Pascual Mina, testigo del sudor y las lágrimas de miles de jóvenes se ha visto revitalizado en los últimos días por más de 1.000 niños y adolescentes que llegaron con la esperanza de ser visto por tres cazatalentos del Atlético de Madrid de España, filial Ecuador.
El sol apenas comienza a asomarse en el horizonte, y la lluvia de la madrugada ha dejado huellas en el terreno de juego. A pesar de las condiciones, la energía es palpable. Los gritos de ánimo de padres y amigos resuenan en el aire, mientras los jóvenes futbolistas, vestidos con camisetas de colores fosforescentes; entre ellos, destaca un grupo de adolescentes que, con el balón en los pies, sueñan con ser los próximos ídolos del fútbol ecuatoriano.
Juan Madruñero Morales, hijo del mítico jugador de Barcelona Juan ‘El Baby’ Madruñero y entrenador cazatalentos del Atlético de Madrid, observa atentamente desde la línea de banda. Con mirada aguda y una sonrisa confiada, sabe que el lugar se encuentra una cantera inagotable de futbolistas. “Quinindé es un semillero de talento”, afirma seguro. “Aquí se han gestado grandes jugadores”, añade.
Madruñero, con su vasta experiencia, busca características específicas en los jóvenes: velocidad, potencia, inteligencia y, sobre todo, pasión. “No hay un límite de cuántos jugadores podemos reclutar. Si vemos talento, lo llevamos a Guayaquil para seguir el proceso”, explica. Para él, cada uno de estos jóvenes representa una oportunidad no solo para el fútbol, sino también para cambiar sus vidas y las de sus familias.
Entre los aspirantes, Gerard Borja, un delantero de 15 años, destaca por su determinación. Con una camiseta que lleva el nombre de su ídolo, William Pacho, talento local que ha escalado hasta el fútbol profesional, Gerard comparte su sueño: “Quiero irme a España a jugar en el Atlético de Madrid y ayudar a mi familia”. Su voz, llena de esperanza, resuena en el ambiente, reflejando el anhelo de muchos otros jóvenes que buscan una oportunidad para salir adelante.
Siga leyendo: (Elecciones en Emelec: Exdirectivo afirma que desde adentro impulsan el 'voto nulo')
Armando Cuero, otro joven soñador, viajó desde San Lorenzo en medio de una lluvia pertinaz. Llegó exhausto a las 08:00, pero decidido. “Tomé un bus a las tres de la mañana. Este es mi sueño, y no voy a dejar que nada me detenga”, dice con firmeza. La historia de Armando es solo una de las muchas que se entrelazan en este evento, donde cada adolescente trae consigo un mundo de sacrificios y esperanzas.
Un mundo de sueños

La mayoría de los menores provienen de familias de escasos recursos, donde el fútbol se presenta como una vía para cambiar su destino. La ilusión de alcanzar el profesionalismo no solo radica en la fama o el reconocimiento, sino en la posibilidad de mejorar la calidad de vida de sus seres queridos. “Mi madre trabaja duro para darnos lo mejor. Quiero hacerla sentir orgullosa”, confiesa Gerard, con una mezcla de emoción y nerviosismo.
Fernando Machay, director de desarrollo comunitario del Municipio de Quinindé, se muestra entusiasta ante la presencia del Atlético de Madrid en su cantón. “Este proyecto es una oportunidad única para nuestros jóvenes. Queremos que el deporte sea un camino hacia el desarrollo personal y profesional”, afirma. Y es que la colaboración entre el municipio y el Atlético de Madrid, permitió que el sueño se haga realidad, pues el cabildo proporcionó un espacio para que los niños puedan mostrar su talento.
Machay destacó que alrededor de 1.000 chicos se han presentado para las pruebas, y espera que al menos 40 sean seleccionados para continuar su formación en Guayaquil. “Este es solo el inicio. Queremos que nuestros jóvenes tengan la oportunidad de brillar en el fútbol y, más importante aún, en la vida”, concluye.
Herramienta de cambios contra la violencia

La actividad no solo es importante para los jóvenes futbolistas, sino también para la comunidad de Quinindé, un cantón que en 2022 tuvo 31 muertes violentas. La alcaldía local ha trabajado arduamente para organizar estas pruebas, demostrando que el deporte puede ser una herramienta poderosa para el desarrollo social. “Queremos que los niños no solo se conviertan en futbolistas, sino en personas de bien”, enfatiza Machay.
Le puede interesar: (Marcelly Zambrano: la árbitra que sueña con romper barreras en la LigaPro)
El ambiente en el estadio es festivo. Familias enteras llegan para apoyar a sus pequeños, creando un mosaico de colores y emociones. Las banderas ondean, los tambores suenan y el aroma de la comida típica inunda el aire, convirtiendo el evento en una verdadera fiesta del fútbol.
Juan Madruñero, en medio de la actividad, reflexiona sobre el impacto que este proyecto puede tener en la vida de los jóvenes. “No solo buscamos futbolistas, sino también formar líderes. Queremos que estos chicos entiendan que el esfuerzo y la dedicación son claves para alcanzar cualquier meta”, comentó. Su visión va más allá del deporte; busca crear un cambio en la mentalidad de los jóvenes, impulsándolos a soñar en grande.
Para seguir leyendo EXPRESO sin restricciones, ¡SUSCRÍBETE AQUÍ!