El regalo prometido de Jhon Espinoza
El mundialista sub-20 del Chicago Fire sorprendió a su progenitora al cumplir con el anhelo de regalarle una casa nueva
Tenía 12 años y cuando le tocaba trabajar en el Mercado de la Caraguay, al sur de Guayaquil, traía sus monedas que servían para ayudar en los gastos de la casa. Jhon Jairo Espinoza, el capitán de la selección mundialista sub-20 y jugador del Chicago Fire de la MLS, vive en el suburbio porteño. En junio de 2019 abrió las puertas de su humilde casa a EXPRESO, donde las medallas y trofeos estaban por todas partes.
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Leer másAquel día, en voz bajita, nos dijo: “Dios permita mi anhelo, quiero darle una casa a mi madrecita”. En esa fecha militaba en el Aucas y no tenía nada seguro, ganaba poco.
Pero pasaron dos años y ahora el jugador del Chicago Fire hizo realidad ese sueño. En el mismo solar en que se levantaba la morada de su mamá, donde vendía los cloros, allí le construyó una casa de tres pisos con terraza incluida.
Es el regalo nunca imaginado para doña Marilyn Izquierdo Caicedo. Es la mejor Navidad para la familia y también para él, porque siempre quiso dar comodidades a sus seres queridos.
Jhon Jairo pasa al selecto grupo de hijos jugadores que obsequiaron casas a sus padres. EXPRESO conversó con el futbolista, quien en su época de adolescente iba al estadio a ganarse un dinero cuidando carros cuando había partidos.
Siempre quiso darle un buen techo a su madre, asegura. “Ella se lo merece, por todo lo que hizo por mí. Y coincide que tocó en diciembre finalizar la obra”, expresa el futbolista, mientras recuerda que su mamita lavaba ropa ajena y vendía cositas en casa.
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Leer másSu mami se ríe y replica que “se le pasó la mano” a su hijo al hacerla de tres pisos. Espinoza invita a este Diario a recorrer la vivienda. Muestra dónde va la cocina y confiesa que el modelo de la construcción es como siempre lo soñó.
“Quería hacerle una casita pequeña cuando comencé a jugar en el Deportivo Cuenca, pero la verdad tenía poco dinero. Luego se dio lo de la selección y cuando residía en Cuenca tenía dinero para construir una villita. Pero este año demolimos la vivienda donde vivíamos, mi familia se fue a arrendar y ahora ya hay un sitio supercómodo para todos”, precisa.
Espinoza relata que estar en Chicago Fire ha sido una experiencia inolvidable tras retornar a Ecuador luego de 10 meses. Lo del idioma inglés se le hizo un poco fácil, debido a que antes de viajar se puso a aprenderlo, sin saber que su destino tenía un punto marcado: Estados Unidos.
Espinoza se ha puesto como meta para el 2022 estar en la selección de mayores. Ese es su sueño. Fue parte de la mejor selección sub-20 de toda la historia del país, que se ubicó en tercer lugar en Polonia 2019.
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Leer más“Debo trabajar mucho, nada más. Mi anhelo es volver a estar en la selección y espero alcanzar el nivel para que me tomen en cuenta”, confiesa Espinoza, el defensor.
Al final camina por los pasillos de su casa y recuerda los días en que le tocaba trabajar en la calle, y revela que fue Dios el que lo salvó de las malas compañías. “Recuerdo que la primera vez que salí de la casa, a los 13 años, me fui a un equipo de segunda categoría, pero me fue mal, luego pasó lo del Deportivo Cuenca. Viene a mi mente cuando pasaba por el estadio Monumental pidiendo medias, uniformes y plata. Eso me hace tener presente de dónde vengo”, expresa Espinoza.
Al final, señala que esa casa es de su mamita y que por el momento solo está de arrimado. Son los goles del fútbol, con los que no olvidan de dónde salieron ni desamparan a sus padres.