Reilly Opelka, del cáncer a un regreso inspirador en el tenis

Una semana de emociones intensas culminó con un sabor agridulce para Reilly Opelka en el ATP 250 de Brisbane. El domingo, el estadounidense de 2,11 metros de altura se vio obligado a retirarse de la final ante el checo Jiri Lehecka, debido a una lesión en la espalda, dejando escapar la oportunidad de coronar una semana en la que se lo calificó de sorpresa al vencer a Novak Djokovic.

Siga leyendo: (Leonel Álvarez: Las quejas de su insatisfacción por la pretemporada)

Apenas 13 minutos habían transcurrido del partido decisivo, con el marcador 4-1 a favor de Lehecka, cuando Opelka sintió un fuerte dolor que le impidió continuar. “Es una lástima terminar un partido de esta manera”, lamentó Lehecka tras la final. “Fue un honor verte jugar de nuevo Reilly. Si tu cuerpo te lo permite, estarás ahí por muchos años más”, agregó el rival.

El abrupto final contrastaba con la euforia vivida el viernes, cuando Opelka sorprendió al mundo al derrotar a Nole, ex número uno del mundo y diez veces campeón del Abierto de Australia, por un contundente 6-3 y 6-4. El resultado de Opelka tenía mucho más significado que una simple victoria.

Dos años de ausencia

Su participación en Brisbane marcaba su regreso al circuito tras casi dos años de ausencia, debido a una serie de lesiones que pusieron en jaque su carrera. En 2022, en la cima de su trayectoria, y en el puesto 17 del ranking ATP, el gigante se vio obligado a someterse a una cirugía de cadera para extirpar un tumor benigno. A esta intervención se sumó una lesión en la muñeca que requirió una segunda cirugía y complicó aún más su recuperación.

“Vi a un mal cirujano, hizo mal un procedimiento y se infectó la zona, tenía un dolor insoportable”, confesó Opelka en una entrevista tiempo atrás. “No podía dormir por la noche, tenía dolor en el brazo y en la mano”.

Las lesiones y la incertidumbre sobre su futuro lo llevaron a considerar en dejar su carrera. “Claro que pensé en retirarme, estaba listo para dejarlo; soy muy consciente de lo que viví”, admitió. Sin embargo, la pasión por el tenis y la determinación por superar la adversidad lo hicieron volver.

En Brisbane comenzó con una victoria contundente sobre el australiano Max Purcell por 6-4 y 6-2. Luego avanzó a paso firme hasta llegar al duelo con Djokovic, donde escribió una página dorada en su historia personal.

Hoy, a sus 27 años, Opelka se encuentra en una encrucijada. Su estilo de juego, basado en un servicio potente y puntos rápidos, exige un gran esfuerzo físico que puede pasarle factura a largo plazo. La lesión en la espalda sufrida en la final es una señal de alarma que no debe ser ignorada. El futuro de Opelka dependerá de su capacidad para mantenerse saludable y encontrar un equilibrio entre su juego agresivo y la prevención de lesiones.

Para seguir leyendo contenido de calidad, ¡SUSCRÍBETE A EXPRESO!