Samantha Arévalo y su experiencia con la Covid-19
La nadadora presentó fiebre al inicio de la pandemia. Se enteró que tuvo coronavirus dos meses después, con las pruebas previo al retorno a la piscina
Samantha Arévalo retomó los entrenamientos en piscina hace más de una semana en Montpellier (Francia), donde reside desde septiembre del año anterior. Previo al reinicio de las prácticas al aire libre confirmó algo que ya sospechaba: tuvo coronavirus.
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Leer másLa deportista presentó algunos días de fiebre cuando la pandemia llegó con fuerza a Europa. Siguiendo los consejos del doctor que la revisó y de su padre, quien también es galeno, superó el malestar sin inconvenientes, pero mantuvo la curiosidad de conocer si lo que le afectó fue el COVID-19.
Sus dudas fueron despejadas a días de volver a la piscina cuando fue sometida primero a la prueba rápida, que arrojó que tenía anticuerpos que evidenciaban que tuvo el virus. Y esto se confirmó con un segundo análisis, el de PCR.
“En Francia se sintió en los primeros días de marzo incertidumbre. El 17 de marzo se informó que teníamos que quedarnos en la casa, se cerraron los escenarios deportivos. La primera semana estuve enferma, pasé en casa, haciendo distanciamiento, no sabía qué era lo que tenía. Presenté un poco de fiebre, pasé siete días en la casa sin otro síntoma. Dos meses después de la cuarentena, nos hicieron la prueba y me salió positiva, que había tenido coronavirus en el mes de marzo”, le contó en exclusiva Arévalo a EXPRESO desde Francia.
Es la primera deportista ecuatoriana de alto rendimiento que reconoce haberse contagiado del virus. No le dejó secuelas. “Me realizaron pruebas físicas, de corazón y de pulmones. No tengo ningún problema y por eso puede retomar los entrenamientos”, detalló Samy, quien practica bajo la supervisión del técnico francés Philippe Lucas.
Recordó que fue especial el retorno al agua. “Hace una semana regresamos a entrenar, nunca había parado dos meses. Se siente mucho no haber tocado el agua tanto tiempo. El primer día que me metí a la piscina tuve una sensación diferente. He ido progresando, estoy contenta y motivada”, contó la nadadora.
Al llegar a la piscina cumple con estrictos protocolos de seguridad. “Respetamos los horarios establecidos, el distanciamiento, todo está señalizado en carriles y vestidores. Además, nos toman la temperatura y hay gel desinfectante siempre a la mano”.
Estos parámetros, Arévalo también los replica en su hogar, donde desinfecta “las cosas que compro en el supermercado y todo lo que llevo”.
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Leer másSobre su experiencia con el coronavirus, la nadadora olímpica en Río 2016 confesó que "fue una situación dura que me sirvió de motivación y para ver con esperanza el futuro”.
Ahora su objetivo es clasificar a los Juegos Olímpicos de Tokio, para lo que espera el anuncio del nuevo calendario de competencias.
El preolímpico es la prueba en la que buscará el cupo en la disciplina de diez kilómetros de aguas abiertas y para eso debe ubicarse entres las diez mejores. También tiene la posibilidad de lograrlo siendo la mejor sudamericana ubicada después de las que terminen en el top ten de la competencia.
“La meta sigue siendo la misma, solo nos tocó replantear la fecha. Vivimos otras condiciones a las que nos tenemos que acoplar. El sueño de clasificar a Tokio está siempre presente”, analizó la deportista, quien tiene tatuado en su antebrazo derecho los anillos olímpicos, su gran anhelo.
Respaldo familiar a la distancia
Samantha mantiene contacto permanente con sus padres, Elsa Salinas y Leonardo Arévalo, quienes son médicos. Ellos fueron claves para guiar a la deportista durante los días en que estuvo enferma.
“Me llamó contando que tenía fiebre, dolor ocular y un poco de la cabeza. Días antes había llegado de un campamento en Turquía y le indiqué que utilizara el seguro de salud con el que cuenta, que acuda a un hospital para realizarse la prueba del coronavirus, ya que como médico tenía esa sospecha, pero en la clínica que le atendieron no le realizaron los análisis”, detalló el doctor Arévalo.
Además, le indicó que tomara paracetamol, se mantuviera hidratada, consumiera vitamina C y alimentos como zanahorias, tomate riñón y cítricos para fortalecer el sistema inmunológico.
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Leer másEl padre de la nadadora confesó que junto a su esposa e hijos sentían impotencia de no poder acompañar a Samantha en esos momentos y que “gracias a sus condiciones atléticas, por ser joven, superó el COVID sin problemas”.
En la familia Arévalo-Salinas siempre han incentivado la práctica deportiva en sus hijos. Karla incursionó en el patinaje, Víctor Hugo fue campeón panamericano de triatlón y Samantha destaca como una de las grandes exponentes en aguas abiertas.
“Toda la vida hemos sido conscientes que la actividad física es fundamental en el ser humano. Siempre les hemos apoyado moralmente y acompañado cuando ha sido posible. Con Samy hemos estado en Olímpicos, Panamericanos, Bolivarianos”, resaltó.
Ahora esperan con ansias abrazar a Samantha, pero tienen claro que por el largo calendario solo será posible a finales de año.