Selección ecuatoriana: Los delanteros llegan a la recta final con ritmo de competencia

La temporada de Michael Estrada, en México, terminó el 15 de octubre. Por ello, él siente que descansó lo suficiente y que es momento de enfocarse en lo que considera como el mayor reto de su vida: el Mundial de Qatar.

El artillero, de 26 años, forma parte del grupo de convocados que está trabajando en la Casa de la Selección, en Quito, como parte del último microciclo antes del viaje a España para jugar el partido amistoso contra Irak.

Estrada asegura que llega en un buen momento a esta sesión de trabajo. Los números lo respaldan. De los últimos diez partidos que tuvo con el Cruz Azul, él anotó tres goles, fue titular en cuatro, entró al cambio en cinco y solo una vez no fue considerado por el entrenador. Es decir, está en ritmo de competencia.

El atacante guayaquileño asegura que pudo terminar así la campaña porque respetó los códigos. Es normal que en estas semanas los jugadores quieran cuidarse para evitar alguna lesión, pero él se entregó por completo.

“Te cuidas para no lesionarte, pero el técnico de tu club se da cuenta de eso y se enoja. Siempre hay el riesgo, así que hay que dar el máximo”, inició.

De todas maneras, reconoce que es plenamente justificado ese temor. “Piensas que es tu primer Mundial y no quieres ni meter el pie para evitar una lesión. Pero, si haces eso, es posible que en tu club te hagan a un costado. Como yo lo veo, si te cuidas, estás haciendo mal porque te debes preparar para el Mundial”.

El otro delantero de la selección nacional, Enner Valencia, también llegará con ritmo de competencia. Él todavía tiene cinco partidos por jugar en el Fenerbahce. Y sus números son mejores que los de Estrada.

En los últimos diez compromisos, Valencia anotó cinco goles, fue titular en cinco partidos y entró al cambio en tres. En dos duelos no fue considerado por el entrenador, pero cabe anotar que uno de esos fue por suspensión.

El delantero de Newell’s Old Boys, Djorkaeff Reasco, es otro de los considerados para el microciclo. Él llega con una racha irregular. De sus últimos diez partidos, en cuatro fue titular, en uno ingresó al cambio y en los cinco restantes no fue considerado por el entrenador. Uno de ellos se perdió por suspensión. Anotó un gol.

De todas maneras, él siente que su paso por el campeonato argentino le ayudó a mejorar en lo futbolístico. “Fue un año maravilloso, de mucho aprendizaje. Crecí muchísimo en Argentina, por eso tomé la decisión de irme para allá”, dijo al llegar al país.

Otros delanteros, como Jordy Caicedo y Leonardo Campana, se perdieron del radar de Gustavo Alfaro, por lo que la nómina de ofensivos está prácticamente definida.