Shell, un pedazo de oro olímpico en Ecuador

El sector tiene nombre de fiesta, de alegría, de victoria. Es Barrio Lindo, una de las parroquias de Shell, en Pastaza, ubicada a pocos minutos de la capital, Puyo, lugar de nacimiento de Neisi Dajomes, la primera mujer ecuatoriana en ganar una medalla de oro olímpico conseguida en el levantamiento de pesas (76 k) de los Juegos de Tokio 2020.

En el lugar, desde la misma entrada se levanta una estatua de seis metros hecha de fibra de vidrio con la imagen de la campeona, la hija más ilustre del lugar, quien comenzó a escribir su historia en un humilde gimnasio de la mano del entrenador Walter Llerena, quien en sus tiempos de deportista llenó también de oro a ese lugar.

Ya adentrándose por las callecitas de una de las pocas parroquias que se dan el lujo de tener un aeropuerto, se puede conocer que antes, en el lugar donde hoy reposa la estatua de Neisi había una en honor a Blanca Nieve, pero la Alcaldía de Mera decidió retirarla para darle un homenaje a la medallista. También están los tradicionales anillos olímpicos.

Este punto, desde diciembre de 2022, es parada obligatoria para los que admiran al deporte y sienten como propio el orgullo de un oro olímpico. Ahí, donde se erige la esfinge, existe una especie de plazoleta y a un lado hay una casita como si fuera una vitrina gigante.

La medalla que recuerda aquel glorioso 1 de agosto de 2020, cuando Neisi ganó el oro, está replicada en grande dentro de un salón. De fondo yacen las fotos de ella, de su hermana Angie Palacios (dos veces campeona mundial), así como de los hermanos Walter y José Llerena y del padre de estos, Gustavo, iniciadores del levantamiento de pesas en esta parte del país. Son sus hijos de oro.

Aquí se respira olimpismo. En cada foto está la reseña de sus historias y de todo lo conseguido para haber marcado un antes y un después en el deporte.

Por todos los compromisos que ha tenido, así como el ciclo de preparación para esta temporada que contempla Juegos Panamericanos, preámbulo de los Olímpicos de París 2024, Neisi recién pudo visitar el monumento en diciembre del año pasado. Quienes estuvieron con ella dicen que se la vio asombrada. Jamás se imaginó ese gesto.

“Agradeció a quienes le ayudaron a hacer realidad el sueño de poder alcanzar la gloria deportiva y comentó que espera servir de inspiración para los pequeños deportistas de su tierra”, aseguró Pedro Cueva, un médico propio de esa tierra.

Neisi no se olvida de los suyos. Pidió que apoyen al gimnasio en Shell, donde todo comenzó. “Se pueden alcanzar los sueños y hacer realidad las metas”, dijo la medallista olímpica, quien ponderó el trabajo realizado por el artista Paúl Toledo.