Super Bowl: La fiesta de los excesos

Desde el lujoso hotel Bellagio al Allegiant Stadium, los aficionados de los Chiefs de Kansas City y los 49ers de San Francisco tiñeron de rojo con sus camisetas el Strip de Las Vegas, la calle más conocida de la ciudad en la que se encuentran los hoteles y casinos más famosos, todo por el Super Bowl de este domingo 11 de febrero, evento que confirmó ser la gran fiesta de los excesos del deporte americano.

A falta de pocas horas para que los 49ers y Chiefs se enfrenten en el Allegiant Stadium con el trofeo Vince Lombardi en juego, la concurrida avenida de Las Vegas está preparada con anuncios del partido en cada esquina y olas de aficionados y turistas que paralizan las calles.

“Hay bastante más trabajo. Un viaje que normalmente te toma por las calles cinco minutos, esta semana te toma veinte”, cuenta Daniel, un taxista venezolano que lleva casi diez años en Las Vegas, tras una larga etapa de trabajo en su país natal.

Si el Super Bowl del año pasado en Arizona estuvo marcado por las largas distancias entre los hoteles, el estadio y los eventos especiales del ‘NFL Experience’, este año en Las Vegas todo está concentrado en pocos kilómetros.

De acuerdo con la organización, la NFL colocó el cuartel general del ‘NFL Experience’ (evento para los aficionados) en el Mandalay Bay Convention Center, donde adultos y niños pueden disfrutar del fútbol americano con ejercicios de golpeo o de pase, así como ver cómo se produce el balón del Super Bowl o tomarse fotos con el trofeo Vince Lombardi.

“Vine en avión con dos amigos desde San Francisco. Llegamos a las ocho de la mañana y nos quedamos hasta el lunes. Estamos esperando que las entradas bajen de precio porque están carísimas. Sin embargo tenemos unos bares en los que podemos ir a ver el partido sino podemos entrar”, dijo a el hondureño Eric Mesa, aficionado de los 49ers.

Y es que aunque en las últimas horas el precio de las entradas ha bajado, los billetes más baratos se siguen vendiendo por más de 5.900 dólares en las plataformas de venta en línea. Por ejemplo: en ‘VividSeats’, las entradas más caras se vendían hasta la noche del viernes por más de 38.000 dólares.

“Soy aficionado de los 49ers desde que tengo 17 años, cuando llegué a Estados Unidos. Esto (el Super Bowl en las Las Vegas) es un sueño hecho realidad, siempre lo he querido”, agregó Mesa.

Tanto por razones de cercanía como por cantidad de aficionados en el país, los 49ers cuenta con clara superioridad numérica en Las Vegas. Lo hicieron notar ya con sus camisetas, pero también con sus cánticos por las calles y por los pasillos de los hoteles.

“Let’s go Niners”, era el cántico más entonado por la hinchada de los 49ers.

“Vinimos manejando desde San José (California), vinimos como siete personas hasta aquí, sin dormir. Son unas siete, ocho horas”, contó Rogelio, otro ferviente aficionado de origen latino de los 49ers.

Él tampoco pudo conseguir entradas, pero seguirá el partido con su grupo de amigos directamente desde la Ciudad del Juego.

“Las entradas están bien caras, incluso para entrar a los festivales (NFL Experience)”, dijo preocupado.

Faltando pocas horas para que Patrick Mahomes y Brock Purdy, ‘quarterbacks’ respectivamente de Chiefs y 49ers, salten al campo del Allegiant Stadium para jugarse el trofeo Vince Lombardi, las revoluciones de los hinchas aumentan.

Según se pudo saber, solo 65.000 afortunados podrán estar en el estadio para asistir el partido, en el que Usher será el encargado de protagonizar el espectáculo del descanso.

En lo deportivo, 'The Duke'. lleva por nombre el balón de la NFL con el que se disputará el Super Bowl. Wilson lo produce desde 1941. Es la colaboración más larga en la historia del deporte americano. Más de 700.000 unidades se realizan a mano cada año. Este domingo 11 será el arma de Patrick Mahomes y Brock Purdy en el juego por el título, en Las Vegas.

• Cerca de 23.000 millones de dólares en apuestas

Los 49ers y los Chiefs no solo disputarán un campeonato, sino que también batirán marcas en la pujante industria de las apuestas deportivas. De acuerdo con las proyecciones, el Super Bowl 58 provocará un cruce de apuestas que ronda los 23.000 millones de dólares. Eso sin considerar que solo el año pasado estuvieron en juego 16.000 millones en Arizona.

Según la American Gaming Association, unos 68 millones de estadounidenses se jugarán algo mañana, un 35% más comparado al año pasado.

“En el frente de las apuestas esperamos récords históricos. La liga ha trabajado arduamente los últimos años para establecer las reglas básicas de las apuestas deportivas y asegurarse de que no haya un mercado ilegal”, precisó esta semana Brendon Plack, vicepresidente de asuntos públicos de la NFL. Tan solo en Nevada, los casinos calculan que tendrán en mano al menos 180 millones de dólares en apuestas el día de la final. Es una cifra conservadora. Representa el récord fijado en 2022 en el Super Bowl entre los Rams y los Bengals.

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