Tadej Pogacar sentencia el Giro de Italia

El esloveno Tadej Pogacar (UAE) se impuso con autoridad en la decimoquinta etapa del Giro de Italia, la más larga, de 222 kilómetros entre Manerba del Garda y Livigno, superando con un ataque espectacular al colombiano Nairo Quintana (Movistar) en los últimos metros para erigirse como el rey del ciclismo actual y el líder absoluto de la Corsa Rosa.

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Quintana no pudo culminar una escapada, aguantó al frente hasta el kilómetro 220 por delante de la bestia eslovena, que a 15 km del final estaba a más de 3 minutos de distancia. El ‘Maglia Rosa’ del Giro coronó Livigno, a 2.385 metros de altitud, con un tiempo de 6 horas y 11 minutos en la etapa reina. Otra exhibición más, la enésima, del ciclista esloveno.

Esta, en concreto, con la particularidad de ser la primera que rubrica en la etapa más importante del Giro al ser su primera participación. Esperó, como siempre, el momento adecuado, y cuando puso el turbo no tuvo rival en el camino.

Ni siquiera un gran Quintana, ganador de este mismo evento en 2014, pudo aguantar el ritmo de un ciclista ya histórico que, a sus 25 años, va con todo para rubricar el doblete Giro-Tour.

Por lo pronto, el Giro está en su mano tras una crono en la que marcó territorio el sábado 18 de mayo y la superlativa exhibición del domingo 19 alzando los brazos en solitario en la emblemática subida hacia Mottolino con una meta de 2.385 metros de altitud.

Fueron seis horas de estrategia en las que poca importancia le dio a las varias escapadas iniciales y grupos perseguidores que se fueron formando. No cruzó por delante ni en el Passo del Mortirolo ni en el Passo di Foscagno porque no estaba en su plan. Controló, junto a su equipo, toda la carrera desde el pelotón, engalanado de rosa al completo sabedor de que sería el protagonista.

Y eso que fueron numerosos los intentos de fuga, en uno de ellos estuvo el tricolor Jhonatan Narváez, que es octavo en la clasificación por puntos. Pero claro, con Pogacar a la espalda, todo empieza a ser más duro. Los kilómetros son más largos y los tres minutos de distancia que había a falta de 15 kilómetros se convirtieron en tres segundos.

Fue una barbaridad más de un ciclista que se quiere citar con la historia. Pogacar superó a Quintana con una facilidad pasmosa y levantó los brazos en solitario una vez más tras una subida multitudinaria en la que fue el centro de atención. El Giro está sentenciado tras otra exhibición del esloveno, a falta de la semana final que inicia el martes 21.

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