
A Tamara Salazar nadie le apaga Tokio
Una plata y un bronce mundiales, y ser 4ª a nivel global motivan a la pesista, que entrena en Carchi con la mirada fija en clasificar a los Olímpicos
En San Vicente de Pusir, una pequeña parroquia ubicada en la cuenca del río Chota, en la provincia de Carchi, el nombre de Tamara Salazar es muy conocido. Pocos han sido los medallistas mundiales que han salido de esa tierra. De ahí que la pesista desde el 2018 es conocida como ‘la joya’ del lugar.
Hace tres semanas pudo volver a sus prácticas habituales en un gimnasio de la comunidad, tras el cambio de color al amarillo en el semáforo epidemiológico establecido por las autoridades, lo que le permitirá a la medallista alcanzar un óptimo estado físico. Antes entrenaba en su casa, donde tiene una pequeña plataforma y una barra.
Ella mantiene intacto el deseo de clasificar a sus primeros Juegos Olímpicos, los de 2021, más aún cuando sobre ella reposa una de las principales esperanzas de la disciplina, luego de haber ganado plata y bronce en los Mundiales del 2018 y 2019, y ubicarse cuarta en el último ranking global de la categoría 87 kg. “No he parado. Sigo entrenando para que se haga realidad mi sueño de llegar a mis primeros Juegos Olímpicos”, comenta.
Antes de que se iniciara la cuarentena, la pesista se encontraba junto al equipo de levantamiento de pesas en un concentrado en Cali, Colombia, enfocados todos en la última fase de clasificación a las Olimpiadas de 2020.
“De enero a febrero estuvimos en dos bases de entrenamiento en Guayaquil y en Cali. Actualmente no estoy al 100 %, pero sí estoy entrenando de lunes a sábado, todos los días una sola jornada, para mantenerme en forma”, dice la deportista.
Luego de retornar de Colombia cerca del cierre de fronteras, la abanderada de Ecuador en los Juegos Panamericanos Lima 2019 asegura que solo paró tres semanas, e inmediatamente volvió a los entrenamientos en casa.
Hasta llegar a su real nivel no se desespera, pues al momento los eventos continúan cancelados. “No sabemos cuándo haya una competencia. Tal vez este año ya no haya nada, pero sí estoy entrenando todos los días y me estoy manteniendo en forma”.
Y es que apagar la ilusión por Tokio no es una opción para Tamara. Está consciente de lo que ha ganado y no ‘aflojará’ hasta inscribir su nombre entre los clasificados.
“El cupo se gana por puntos, y yo vengo sumándolos desde el Campeonato Mundial de Ashgabat de 2018 con las medallas. Hasta enero de este año yo estaba cuarta a nivel mundial, que era una muy buena ubicación. Nos hacían falta dos competencias, el Open en Cali y el Campeonato Panamericano que se iba a desarrollar en abril en República Dominicana, eventos que eran los dos últimos requisitos para llegar a los Juegos Olímpicos”, explica Salazar, quien en los Juegos Panamericanos de Lima 2019 obtuvo sus mejores marcas, con 110 kg en arranque y 145 kg en envión.
Hoy, en plena pandemia, Tamara agradece gozar de buena salud al igual que su familia, y espera que su sueño se pueda cumplir el año que viene.