Otra vez la corona fue esquiva para Independiente del Valle
Los rayados cayeron por 2-0 ante Boca Juniors en la final de la Copa Libertadores sub-20. No plasmaron el juego que les hizo dominar el torneo
El juego ordenado y efectivo que Independiente del Valle presentó a lo largo de la Copa Libertadores sub-20 fue el ausente en la gran final ante Boca Juniors de Argentina, disputada el domingo 16 de julio.
Los rayados se mostraron nerviosos, con fallas defensivas y sin fuerza en el ataque. Los xeneizes, que se destacaron por su solidez para defender, lograron controlar a Kendry Páez, figura de los ecuatorianos, quien pasó desapercibido en el cotejo y fue reemplazado al minuto 53.
Otros elementos que fueron puntos altos en el torneo, como Patrick Mercado y Youri Ochoa, tampoco tuvieron una buena jornada. “Estamos mal, sin palabras. Enfrentamos a un rival muy fuerte. Empezamos cómodos, pero después perdimos el control del juego”, analizó el volante Mercado.
El cotejo que había estado parejo se volvió favorable para los argentinos al finalizar la primera etapa cuando Ignacio Rodríguez abrió el marcador con un certero cabezazo, al ganarle la posición a Josué Palacios.
Fue un duro golpe para los dirigidos por Juan David Martínez. Los nervios aumentaron y se reflejaron en un error en un pase del zaguero Palacios que no logró ser aprovechado por Simón Rivero.
Nada que reprochar. Tanto por aprender. Gracias 🙏🏻 Familia por llevarnos siempre a soñar en más. Volveremos más fuertes pic.twitter.com/LmqTxMRyQ0
— Independiente del Valle (@IDV_EC) July 16, 2023
Previo al ingreso al camerino, los reclamos de Páez a sus compañeros y las cabezas bajas fueron un mal indicio. En la etapa complementaria, Independiente del Valle no lograba reaccionar y en las primeras acciones recibió una segunda conquista que fue definitiva.
Nuevamente apareció Rodríguez, quien aprovechó un mal rechazo del brasileño Thiago Guth para derrotar al arquero Kléber Pinargote. Los ingresos de Keny Arroyo, Leider Preciado y Luis Hinestroza en algo mejoraron el juego de los rayados, pero sin poder conseguir el descuento.
El pitazo final desató la fiesta de los jugadores xeneizes, que por primera vez alcanzaban el título del torneo. En los futbolistas del Valle se vivía el otro lado de la moneda con rostros tristes por perder por segundo año consecutivo la oportunidad de sumar su segunda estrella, en la que fue su cuarta final en fila.
Una lección para los jóvenes futbolistas que ahora buscarán seguir creciendo y luchando por encontrar un espacio en el primer equipo.
