Las Vivis promueven el ecuavóley
Recorren el país jugando frente a hombres buscando que más mujeres se sumen a la práctica de este tradicional deporte
Cada semana anuncian en sus redes sociales donde estarán y cada escenario se repleta para verlas. Su pasión es jugar ecuavóley desde muy pequeñas, pero hace cinco años descubrieron que podían generar ingresos con su talento y hoy lo hacen con contratos para ir a jugar en distintas ciudades, y a través de transmisiones de sus partidos.
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Las Vivis deben el nombre a la colocadora del equipo, Viviana Chamba, que deslumbra con su talento salvando pelotas muy complicadas atrás para después aparecer al pie de la red con colocadas que se llevan los aplausos. Todo junto a su servidora Estela Flores, una otavaleña muy fuerte, y la voladora, Karen Fraga, que no deja una pelota perdida.
Su presencia el viernes 22 de marzo en La Roldós, al norte de la capital, causa gran expectativa y el espacio resultó pequeño en la cancha de Diego. El lugar, muy rústico y con techo plástico al estilo de un invernadero, acabó acogiendo a unas 400 personas, la mayoría seguidores de las Vivis, que antes del partido comentaban que era muy difícil que el equipo local les pueda ganar, que ellas casi nunca pierden y se entienden muy bien.
Mientras tanto Juan Carlos Romero, Pablo Cabezas y Alberto Cifuentes preparaban su estrategia para intentar ganar y representar bien a su barrio. Y así lo hicieron en un partido emocionante, aunque las muchachas fueron las ganadoras.
Ya con el balón en juego, las chicas no tardaron el sorprender y empezar a marcar puntos, mientras, desconcertados a pesar de saber previamente del gran nivel de las damas, los tres de La Roldós discutían entre ellos porque no lograban entenderse y los movimientos rápidos de las Vivis los dejaban sin respuesta. Tal fue así que apenas pudieron descontar algunos puntos antes de perder el primer ‘quince’ por 12 a 8.
Ese primer bloque hizo pensar que el partido acabaría pronto. Los más de setecientos internautas que estaban conectados a la transmisión por Facebook ya predecían una ‘aplastada’ en la segunda parte, pues han visto cientos de partidos de las chicas.
Pero no fue tan sencillo y el encuentro necesitaría tres sets luego de que los locales sentenciaron a su favor el segundo, aprovechando varias desconcentraciones de Viviana, que empezó a tener problemas con uno de sus zapatos y cedió algunos puntos.
Tras una charla técnica con sus ayudantes, todos familiares, las chicas arrancaron el tercer ‘quince’ con cuatro puntos seguidos, que luego estiraron a ocho, mientras los chicos apenas iban descontando.
Pero poco a poco, la disputa fue muy pareja y el cansancio marcó las últimas jugadas con el trío local recuperándose por momentos, pero sufriendo los ataques directos a su colocador que no pudo salvar dos pelotas clave en el set. Las chicas gestionaron mejor el desgaste físico y acabaron ganando y confirmando lo que sus seguidores aseguran, que a las Vivis es muy difícil ganarles.
EN BUSCA DE TRANSMITIR SU LEGADO
Ellas saben de su talento y en diálogo con EXPRESO, Chamba manifestó que, ante todo, son muy respetuosas de sus rivales. Su afán, según explicó, es promover el ecuavóley entre las niñas “porque este es nuestro deporte nacional”.
Incluso deslizó la idea de un retiro no tan lejano, algo en lo que coincidieron sus compañeras. Por eso quieren ver a más jugadoras en este deporte y les gusta saber que están siendo inspiración para aquello.
“Cada fin de semana nos enfrentamos también al machismo, y demostramos la capacidad de las mujeres en este deporte y la fortaleza que todas tenemos”, resaltó Viviana.
