3.500 libras de alimento para mascotas se recolectaron en la Donatón Animal
Todos se acercaron a ayudar. El reciente fin de semana, la dirección de Bienestar Animal realizó la campaña Donatón Animal, que tuvo como fin recoger alimentos para mascotas, que luego serán entregadas a las fundaciones que acogen a los animales rescatados de la calle.
Perros y gatos perdidos, con pocas opciones de volver
Leer másLa Donatón, según informó este 13 de septiembre el Cabildo a través de un comunicado, logró recolectar más de 3.500 libras de alimentos balanceados. Ana María Layana, quien vive en pleno centro de la ciudad, fue una de las ciudadanas que llegó con tres enormes fundas de comida para canes y gatos.
"En casa, mis mascotas (3) son adoptadas y vi el estado en el que llegaron. Tenían frío, querían comer. Era desesperante para ellos no tener alimento. Que haya centros que se dediquen a darles refugio y amor hasta que encuentren una familia es digno de aplaudir. Nuestro deber es ayudarlos. Apoyar con un granito de arena, con lo que podamos", señaló.
Un club amante de los lobos y de las causas animalistas
Leer másDaniel Cajamarca, quien vive en la ciudadela Centenario, fue otro de los ciudadanos que, junto a su familia, llegó al lugar por la misma razón. "Durante la pandemia, hubo muchos animalitos abandonados. Necesitan la mano de todos. Estas actividades son realmente las que sirven: le dan una oportunidad a los animales y otra más grande aún a quienes los adoptan, de darse el proceso. En Guayaquil, las campañas deben continuar, para adopción y esterilización. Solo así dejaremos de ver perros y gatos en estado de abandono en las calles", señaló.
Desde la dirección de Bienestar Animal está previsto continuar con este tipo de programas, en el que también participó la empresa privada, esta vez, donando comida. Los visitantes hicieron un llamado a que sean ellas las que impulsen la adopción. "Se imaginan tener un can que proteja o juegue con los trabajadores, qué alegría. Se imaginan también un gatito caminando bajo los escritorios o rozándoles la cola cada que uno camino. Que grata locura", dijo entre risas Valentina Carpio, quien permaneció en Puerto Santa Ana alrededor de tres horas. Donó, comió y luego recorrió los bazares que se instalaron en el lugar para ofrecer desde collares hasta juguetes para los animales de compañía.