Más de 300 uniformados son desplegados en la Bahía para evitar la venta de pirotecnia
Agentes de Segura y la Policía Nacional forman parte del operativo. La ciudadanía pide que el control se intensifique
La Dirección de Justicia y Vigilancia, junto con la Policía Nacional, anunció este 25 de noviembre que desplegaron un total de 330 agentes de forma permanente en la Bahía de Guayaquil con el fin de prevenir la venta de pirotecnia en esta zona comercial del centro de la Perla del Pacífico.
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Leer másAdemás de esta acción, Segura EP inició una campaña de concientización dirigida a los comerciantes de los módulos de esta zona. Durante esta jornada, participaron uniformados del Cuerpo de Control Municipal, delegados de Justicia y Vigilancia, el Benemérito Cuerpo de Bomberos de Guayaquil, la Policía Nacional y las Fuerzas Armadas.
Álex Anchundia, gerente de SEGURA EP, destacó que "la prioridad es salvaguardar la seguridad de las personas y prevenir tragedias como las que han ocurrido en años anteriores debido a la manipulación inadecuada de pirotecnia. Es un trabajo preventivo que incluye socialización e información personalizada, para evitar situaciones de riesgo en este sector comercial”.
Accidentes en 2023
En 2023, se registraron 96 incidentes relacionados con el uso de pirotecnia. Entre los afectados, 20 menores de edad, con edades entre 7 y 14 años, sufrieron heridas graves debido al uso de estos artículos, y un adolescente de 15 años falleció a causa de la detonación de un explosivo utilizado para la quema de monigotes.
La ciudadanía espera que, en esta ocasión, los controles sean lo suficientemente rigurosos para prevenir su comercialización, ya que los habitantes afirman que, a pesar de todos los controles realizados cada año, aún se encuentran estos artículos en el sector, lo que a decir de ellos, no resulta ser una tarea complicada el encontrarlos.
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Leer más“Tú solo pides que te vendan juegos pirotécnicos y te dicen ‘venga por acá’, te llevan a un rincón o sacan cajas de mercadería en las que ocultan esta mercancía. Y es como si los metropolitanos nunca hicieran control por aquí”, comenta el ciudadano Rubén Freire.
Sin embargo, también hay varios trabajadores que se oponen a la venta de estos productos, pues temen que el gran incendio de la Bahía ocurrido en 1997 se repita y consuma no solo un par de módulos, sino decenas de ellos.
“Estos que se ponen a vender, a pesar de las prohibiciones, no les importa el riesgo en el que ponen a los demás, solo les interesa hacer más dinero. Y cuando hay un incendio, son los primeros en pedir auxilio, cuando ellos lo causaron o lo empeoraron. A esto se suma que los metropolitanos no revisan cómo se debe o hacen la vista gorda a cambio de unos cuantos dólares. Ya es hora de que actúen con responsabilidad, o podrían morir varias personas”, sentencia Mauricio Ordóñez, quien trabaja en uno de los módulos de este punto.
Más controles
Ante este panorama, Raúl Triviño, quien trabaja en una de las distribuidoras del sector, reclama que, año tras año, las autoridades municipales retiran decenas de estos objetos. Por ello, insta a la administración de Aquiles Álvarez a incrementar el número de operativos para evitar tanto accidentes en la Bahía como en los distintos barrios de Guayaquil.
“Tantos niños han perdido parte de sus manos o alguna otra parte de su cuerpo por usar estos supuestos ‘juegos’, que son solo una sentencia de muerte. Ya es hora de que los ciudadanos también aprendamos que no son objetos seguros, especialmente para los menores de edad. Nadie quiere pasar Navidad o Fin de Año en el hospital, y para eso el alcalde (Aquiles Álvarez) debe poner mano dura en las requisas de esta mercancía”, insta Triviño.
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