Guayaquil: La Abdón Calderón, una avenida con mucho colorido
Desde el Pedregal hasta La Playita, un sector comercial y conflictivo en seguridad ciudadana y vial, más de 400 árboles dan el lado positivo a la zona
Carmen Aroca y su familia están ansiosas que llegue diciembre. Más allá del ambiente festivo que representa ese mes, el afán es por un árbol de guayacán que está plantado en el parterre central, frente a su casa ubicada en la avenida Abdón Calderón Muñoz. Una vía altamente comercial y con un agitado tránsito vehicular que pertenece al distrito Sur de Guayaquil, visto por las autoridades como el más conflictivo de la Zona 8; pero que, en toda su extensión, más de 400 árboles de diferentes especies le dan ese colorido y frescura que, en otras zonas de la ciudad, piden sembrar.
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Leer másDesde el Pedregal hasta la conocida Playita del Guasmo, propios y visitantes son recibidos por árboles como el guayacán amarillo, que en esta temporada sobresale de entre las demás especies verdes, como las de mango, la moringa, el nin o neen; los dos últimos con propiedades curativas.
“La calle se ve bonita, florecida, nosotros estamos felices por tener estos árboles así. Desde este tiempo comienzan a florecer los de guayacán”, comenta Carmen, quien recuerda que fue en la administración del exalcalde Jaime Nebot que se plantaron esas especies, tanto en el parterre central como en las veredas. Un paisaje que podría semejarse a la calle Luis Vernaza, en el barrio Orellana, donde sus habitantes resaltan la frescura y sombra que dan los 85 árboles sembrados en seis manzanas, dentro de los que destacan los ‘lluvia de oro’.
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Leer másDoña Carmen rememora que en 2020, un año trágico para el mundo por la pandemia de la COVID-19, su familia se aferró a la vida gracias a dos árboles de la Abdón Calderón. Uno de moringa, al pie de su casa, con cuyas hojas preparó tratamientos para combatir el virus. “Gracias a él sobrevivimos”, sostuvo. El otro árbol, el de guayacán, que para Navidad y Fin de Año se vistió de amarillo, les trajo esa felicidad que todo mundo buscaba en esa época. “En diciembre pasado nos trajo alegría, con mi familia nos tomamos fotos de recuerdo”, añadió la madre.
Es bonito porque nos oxigena el sector. El parterre se ve hermoso con las flores amarillas que ya están en su esplendor, nos ayuda a proteger el ambiente en que vivimos...
De qué sirve que contribuyamos a que los árboles estén bonitos, los reguemos, saquemos la basura, si resulta que en la noche ese esfuerzo echan a la basura los que tiran basura.
Con ella concuerda Lucy Flores, también habitante del sector, quien reconoce que los árboles reciben mantenimiento mensual, lo que fue corroborado por un empleado de Gardín Center, empresa encargada de esa labor. Durante un recorrido realizado por este Diario, se observó a dos trabajadores podando algunas especies para evitar que sus ramas obstaculicen el tránsito vehicular.
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Leer másPero Flores resalta lo que califica como un pequeño inconveniente, generado por personas ajenas a la zona. “De qué sirve que contribuyamos a que los árboles estén bonitos, los reguemos, saquemos la basura, si resulta que en la noche ese esfuerzo echan a la basura los que tiran basura”, parafrasea la mujer.
Aunque Teresa Arévalo, quien habita más de 40 años en el sector, desconoce qué especie es la que está afuera de su vivienda, asegura que también contribuye a mantenerlo sano. “Aquí en mi árbol nunca le cae nada”, sostiene al añadir que le echa el agua de la naranja que vende afuera de su vivienda, lo que la aleja de la cochinilla, una plaga que devastó la arborización en ciudadelas del norte de la Perla del Pacífico.
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Leer másInés Zambrano acepta que el arbolado de la avenida ayuda a proteger el ambiente en el que viven, a diferencia de otras vías vecinas, donde destaca el gris. Una imagen colorida con la que buscan quitar esa estigma que les han chantado como sector conflictivo y que sus moradores reconocen que “hay que andar con cuidado”, como en todo Guayaquil.