Abelardo García Calderón
Educación. Abelardo García Calderón creó, en 1995, el diseño curricular y el modelo que se implantó para la secundaria del IPAC.Flor Layedra Torres

Abelardo García Calderón: “Necesitamos volver a humanizar la educación”

El director general del IPAC conversa con EXPRESO sobre los retos que debe afrontar la educación ecuatoriana para mejorar.

En 1947, en una de las habitaciones del piso alto de un edificio que pertenecía a la Sociedad Hijos del Trabajo, ubicado en la calle Boyacá, entre P. Icaza y 9 de Octubre, en Guayaquil, Abelardo García Arrieta fundó el Instituto Particular Abdón Calderón (IPAC), que 38 años después se instaló en la parroquia La Puntilla, en Samborondón (Guayas). Este desafío y el que esta unidad educativa haya logrado permanecer, siendo un referente, han sido parte de los logros de Abelardo García Calderón, hijo del fundador. El 1 de agosto cumplió 50 años dirigiéndolo.

Hoja de vida.Licenciado en Ciencias de la Educación, graduado de la Universidad Católica de Santiago de Guayaquil. Fue subsecretario de Educación del Litoral en los años 1984-1986. En 2014, la Asamblea Nacional le entregó la Condecoración Dr. Vicente Rocafuerte al mérito educativo. En 2018, recibió un doctorado honoris causa.
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- ¿Cómo ha sido dirigir este centro educativo por 50 años?

- Es un lujo; una historia larga de contar y obviamente una realización personal, cuando una vocación encuentra sentido, cuando se hace misión; es grato impulsarse y seguir hacia los objetivos que uno se plantea. En 50 años hay oportunidades enormes para ver cambios sustanciales. Muchas veces se oye que el aula no cambió; aquí entre nosotros, el aula sí cambió y bastante.

- ¿Cómo cambió?

- Desde muchas formas. Al principio eran, por ejemplo, las bancas bipersonales, la pizarra negra (…). Cuando arranqué, hace 50 años, era la época todavía de la memoria; el buen alumno era el que repetía mejor el texto del libro o el dictado del profesor. Hoy, el mejor alumno es el que mejor desarrolla sus capacidades intelectuales (…), capaz de comprender el entorno que le rodea y descubrir al otro como ser humano y como persona. Eso sí ha sido clave en el trabajo que hemos realizado en este tiempo. Aparte, lo que se ha conservado, y seguirá así, es el trabajo en valores y principios, porque el ser humano no es solo inteligencia que aprende (…), también (debe) saber que hay deberes, normas sociales, culturales, tradicionales (…).

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- ¿Cree que el haber eliminado de la malla curricular clases sobre cívica, ética y moral ha mermado la calidad de la educación?

- En términos generales diría que sí (…). Lo importante no es solo que el alumno llegue a ese conocimiento intelectual de la ética o de la cívica, no basta; tiene que establecerse como vivencia, modelo y ejemplo de sus profesores, como práctica. Recitar las funciones del Estado, los colores de la bandera (…), si no entiendo lo que implica ser un ciudadano real y contemporáneo, no sirve de nada (…). Hay que trabajar en otros aspectos de la personalidad para que la cívica se produzca como algo que nace del interior.

Al estudiante no hay que gritarle ni golpearle para que sepa cómo debe actuar. La disciplina del siglo XXI nace del consenso.

Abelardo García Calderón

Director general del IPAC

- ¿En qué otros aspectos habría que trabajar?

- Yo diría que trabajar en el humanismo; no concentrarnos en trabajar exclusivamente en la inteligencia cognitiva (…), sino desarrollar esas otras potencialidades de esa misma inteligencia, que son la parte afectiva, emocional, ética. Es ahí donde entran todos los valores cívicos, nacionales, para que el niño vaya cultivándose (…); luego se obtiene un ciudadano más asequible a los tiempos y más responsable.

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- Ante ese contexto, ¿la educación del país ha mejorado?

- Creo que hemos retrocedido mucho, lamentablemente. La educación pública se desdibujó bastante, se politizó en muchas ocasiones y luego fue dejada como tierra de nadie. La educación, al político no le interesa sino cuando supone construcción de infraestructura, porque los beneficios de una educación no se ven dentro de un periodo presidencial, ni siquiera dentro de dos; es a largo plazo. La construcción del edificio, del cerramiento (...) es inmediata, genera el aplauso. Por eso aquí los grandes cambios no han logrado hacerse.

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- Dentro de la realidad ecuatoriana vemos que muchos jóvenes, niños y adolescentes han entrado a ser parte de las bandas delincuenciales. ¿Desde la educación se los puede salvaguardar?

- Es durísima la realidad que se vive en ese sentido y ahí hay que pedir un cambio social absoluto, a lo mejor utópico, porque por muchos años se planteó como triunfo el éxito, y el éxito como dinero en el bolsillo. Entonces, cuando el adolescente tiene la posibilidad y la opción de escoger entre ir a un colegio a estar seis, siete horas escuchando a profesores que le dicen ‘haz esto, haz aquello’, o irse por otro lado donde le ponen unos dólares en la mano (…), no duda en desertar de la educación. Por eso, (la docencia) es un trabajo social, ya no solo educativo, pedagógico. Tenemos que hacer una transferencia de nuestro pensamiento para que volvamos a poner al ser humano como centro de la sociedad y no al dinero.

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Trabajamos mucho más en maquillar la sociedad que en fortalecerla; por eso, las cosas se complican seriamente.

Abelardo García Calderón

Director general del IPAC

- Es decir, que vuelva la educación filosófica.

Humanística, diría yo. La parte filosófica es importante porque justamente (…) una de las razones por las cuales la lógica, los problemas filosóficos y la filosofía fueron desterrados, es porque de alguna manera queremos romper esta filosofía aristotélica-tomista que nos hace pensar inmediatamente en el principio causa-efecto (…) Nos preocupamos de dejar menos fuerte la consecuencia y no atendemos las causas para que esas consecuencias no se den. Necesitamos volver a humanizar la educación, haciendo pensar, razonar y entender cuál es nuestra misión y visión en un entorno en el cual debemos cuidar, sí, a los animales, pero también al ser humano.

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