La accesibilidad baja la nota de la inclusión a la Aerovía

La Aerovía viaja a cinco metros por segundo y al llegar a una estación se reduce a 0,50 metros por segundo. La cabina no deja de moverse, subirse allí para quien no tenga dificultades motrices es un juego de niños.

Pero para una persona con dificultad para movilizarse o con hemiparesia derecha (disminución de la fuerza motora o parálisis parcial) dar ese paso para ingresar es como regresar a los años 80, cuando los buses llevaban cobradores y ellos gritaban, sin que se detenga el carro: “¡Vamos, pie derecho al estribo y andando!”. Sí, es como correr y subirse al bus al andar.

Los operadores se muestran amables y reducen a lo mínimo la velocidad a la cabina a 0,15 metros por segundo, aun así la persona necesita ayuda para ingresar, no hay agarraderas y por ende la persona pierde su independencia de movilidad.

El problema se formaría si en varias cabinas las personas necesitan la atención.

Diario EXPRESO está allí como invitado para conocer las instalaciones de la aerovía, previa a la inauguración oficial que es hoy.

Al interior de la cabina el viaje es cómodo, el recorrido se lo está haciendo a la hora en que en Guayaquil hay más calor; sin embargo la trayectoria es fresca. Desde el Malecón 2000, de Guayaquil a Durán son unos siete minutos, pero al regresar y optar por pasear hasta la estación de la Nueve de Octubre y retornar a Malecón y Loja se suman unos 30 minutos.

Habrá 154 cabinas que tienen la capacidad para llevar a 10 personas, pero por la pandemia de la COVID-19, por ahora pueden ir solo seis, según confirma a este Diario el departamento de comunicación de la Autoridad de Tránsito Municipal (ATM).

El precio del pasaje se fijó en $ 0,70; los usuarios de Durán, con ese mismo costo, pueden tomar los alimentadores que los llevan a la estación en el malecón Abel Gilbert.

Mientras se ve el paisaje de la ciudad y se piensa en que la obra también sirve para paseos turísticos, hay tiempo para recordar que desde el inicio la construcción del sistema tuvo varias observaciones; la primera fue porque la estación de la avenida Nueve de Octubre tapa al edificio de la Casa de la Cultura. Para esa nota periodística el catedrático y experto en urbanismo Felipe Espinoza aseguraba que estos estragos pudieron evitarse. Lo único que se observa, dijo, es una arquitectura invasiva con poca propuesta integradora. Hoy, decenas de guayaquileños, entre ellos Arturo Ascencio, quien habita en el barrio del Salado, mantiene viva esa opinión.

“La aerovía es un servicio sin duda innovador. Sin embargo, me apena que estructuras tan icónicas como esa permanezcan hoy escondidas. Me hubiese encantando que el río hubiese sido el nuevo terreno en el que se optaba por un nuevo servicio de transporte. Vamos a ver cómo nos va”, reflexiona.

En estos días, a propósito de la inauguración, el exgerente de la ATM, Andrés Roche, en Twitter comenta que las críticas urbanísticas no tenían fundamento técnico, ya que la estación, según él, se ve espectacular.

En otro artículo, este Diario también relató que el nuevo transporte da al Municipio de Guayaquil 20 años de deuda sin rentabilidad. Se explica que una vez inaugurado el sistema, ningún rubro de sus ingresos podrá ser percibido por las arcas municipales, aunque sea la ciudad la que puso $ 114 millones para la ejecución de la obra, un 85 % del costo total, según un documento de 56 páginas al que tuvo acceso EXPRESO. ¿Por qué optaron entonces por hacerla? Según respuestas de la entonces administración de la ATM, por “rentabilidad social”.

La última nota periodística que recogió un inconveniente alrededor de la obra fue la de hace apenas unas semanas, cuando el alcalde de Durán, Dalton Narváez, afirmó que sin la construcción de una Unidad de Policía Comunitaria (UPC) no se debía hacer la inauguración. En la polémica entró la opinión del gerente de la ATM, Vicente Taiano, quien tras varios intercambios de opiniones, planteó llegar a un acuerdo con Narváez para que entre Guayaquil y Durán se edifique el puesto policial. Al final. El día de la inauguración llegó, y no se sabe la fecha en que empezará la construcción de esta obra, que los mismos ciudadanos reclaman por la inseguridad y los actos de sicariato que se dan en el vecino cantón.

Han pasado unos 30 minutos del recorrido y antes de retornar a la estación de Malecón y Loja se observa movimiento, el personal está pendiente para, a tres metros antes de que llegue la cabina 24, bajarle la velocidad.

La persona que debe bajar empieza a buscar la forma de sujetarse de algo para incorporarse, pero solo encuentra un tubo que está sobre su cabeza que no lo alcanza. Al final se abren las puertas de la cabina y una joven que trabaja allí extiende su mano para ayudar a la persona a incorporarse y nuevamente al estilo de los años 80, pie derecho y al andar salir de la cabina.

Los trabajadores aseguran que siempre estarán para ayudar a las personas con discapacidad y que la atención no es solo por la presencia de la prensa.

Tanto al interior de la cabina como en la estación se buscan indicaciones de cómo actuar en caso de temblor, pero se ve solo el letrero de las medidas de bioseguridad por el coronavirus.

La ATM no extendió a este Diario el documento que habla de los protocolos a seguir en torno a este caso, pero resalta que el transporte tiene 300 cámaras para estar pendientes de cualquier incidente.

La entidad asegura, además, que el sistema es resistente a los temblores y que el personal del Cuerpo de Bomberos se está capacitando para hacer rescate en vertical.

OTRO BENEFICIO DEL TRANSPORTE

SE ABRE EL ABANICO PARA ALQUILAR O COMPRAR

El nuevo sistema de transporte, la Aerovía, multiplica las posibilidades de viviendas en Durán y Guayaquil, al contar con menor tiempo de movilización, considera un estudio de la empresa Properati, portal de compra y arriendo de inmuebles de Latinoamérica.

De acuerdo con el análisis, por la primera estación en Durán, para comprar una casa el precio del metro cuadrado (m2) es de $ 675. De un departamento es de $ 1.062 por m2.

En la zona del Malecón 2000, los departamentos cuestan $ 1.250 por m2. Mientras que alrededor de la tercera estación, en la avenida Quito y Julián Coronel, el precio es de $ 610 m2.

En las zonas aledañas al parque Centenario, el valor aproximado es de $ 778 por m2. En cuanto a los departamentos, es de $ 607 por m2.

Para alquilar en la parada inicial de Durán, hay casas por $ 400 y departamentos en $ 290. En la zona del Malecón 2000, que incluye el moderno barrio de Puerto Santa Ana, los precios son de $455 para departamentos. Por la estación Julián Coronel el alquiler de casas es por $ 380 y de departamentos, en $310. Alrededor del Parque Centenario, el costo para arrendar está en $450 para casas y $390 para departamentos.

Según Properati, vivir cerca de una estación de transporte puede tener un impacto positivo en los valores de las propiedades, dadas las oportunidades de movilización. El estudio reveló los precios actuales, en unos tres meses habría que ver si subieron.