Acuerdo sin ruta deja en el aire el regreso de los buses en Guayaquil
El decreto que determinó la eliminación del subsidio sigue en pie. Transporte no detalla sobre quién caerá el impacto. El 8 habrá otra reunión
El que el Ministerio de Transporte y Obras Públicas se siente a la mesa con los transportistas y haya logrado, el miércoles pasado, que los buses de Guayaquil detengan la paralización de la jornada al mediodía, fue una jugada política con frutos, pero sin vía de despegue.
Ninguna de las interrogantes surgidas en torno al tema de la eliminación del subsidio del combustible ha sido develada ni por las autoridades ni por los transportistas.
Sigue siendo una incógnita sobre quién recaerá el impacto generado por la eliminación del subsidio que se decidió en el Gobierno de Lenín Moreno y que no ha sido abolido, pese a que, en palabras, se ha prometido que no habrá otro reajuste hasta analizar estudios de impacto en el sector de los transportistas urbanos.
Tampoco se conoce en qué exactamente consiste el acuerdo anunciado de forma pomposa en redes, con foto incluida, entre el ministro de Transporte y Obras Públicas, Marcelo Cabrera, y el presidente de la Federación de Transportistas Urbanos del Guayas (Fetug), Cristian Sarmiento. Y ninguno de los dos ha contestado a este Diario sobre el tema.
Nos alegramos de que decidan volver a sus actividades, pero nos preocupan los acuerdos. Habrá un estudio y nadie ha consultado al usuario, el gran ausente de los diálogos.
El ministro mantuvo silencio luego de las últimas declaraciones, en las que aseguró que seguirán los diálogos con los diferentes sectores de la transportación con miras a reactivar la economía del país. Y Sarmiento invitó a los medios a escuchar declaraciones escuetas que redundaron en lo ya anunciado 12 horas antes.
Dijo que espera una reunión con el presidente de la República el martes próximo y adelantó que el “preacuerdo” por el que accedieron a normalizar el servicio implica que no se dé el incremento este mes y, si es posible, tampoco en el siguiente, “hasta que se realice un subsidio focalizado en beneficio de los transportistas”.
Aunque el ministro de Gobierno, César Monge, ha aceptado que analizan congelar los precios de los combustibles hasta el último incremento del 12 de mayo de 2021 (el diésel se quedaría en $ 1,48 por galón y la extra en $ 1,99 por galón), no hay nada escrito y eso precisamente llena de incertidumbre a los agremiados de la Fetug, que ven de lejos las sentadas de Sarmiento en la mesa de las autoridades pero conocen, como él, que no hay un consenso concreto que resuelva las dudas de todos los implicados.
Es preciso mantener la eliminación del subsidio del combustible y analizar cuánto incide en el servicio de transporte esa medida, para decidir de qué manera se mengua el impacto.
En pocas palabras, si habría que resumir la reunión del miércoles pasado, dice un agremiado a la Fetug, bajo la condición de que su nombre no se exponga, es que fue “una reunión de panas”, en la que los transportistas fueron advertidos, “muy sutilmente”, de que la paralización parcial del servicio tendría consecuencias legales para ellos. “O dejábamos la medida, o ellos tomaban medidas”, revela. Eso, por supuesto, no se ha dicho en público.
“Es decir, estamos peor que antes. No se abolió el decreto que elimina el subsidio, no se llegó a ningún acuerdo que aliente la economía y mucho menos se determinó una hoja de ruta de acciones que logren dar una solución a esto”, precisa la fuente. EXPRESO supo que se habló también de refinanciamiento de créditos, reformas a la Ley de Tránsito y vacunación de choferes.
Ante esa incertidumbre, y si el martes próximo, cuando Lasso escuche al gremio, tampoco hay soluciones palpables, la agenda determinada es esperar al 11 de junio, el día en que por decreto se espera un nuevo reajuste del precio del combustible. El día, en definitiva, que los transportistas tomarán una nueva decisión.
El Gobierno ha sido claro en encaminar la solución a una reducción de impuestos, bajar el costo de trámites y dar facilidades a la importación de vehículos y repuestos. Ha dicho, además, que no se puede llevar a los pasajeros el coste de esta realidad. Y que un subsidio directo a las arcas de la caja de los transportistas está descartado, por la situación financiera.
Lasso debería detener el alza este mes, hasta llegar a acuerdos. Y estos deben girar en torno al subsidio focalizado a usuarios y transportistas o concesiones arancelarias.
El exministro de Finanzas Fausto Ortiz lee el escenario y precisa que despedirse de la eliminación del subsidio del combustible no será un camino a seguir. Y que las medidas deberán girar en torno a la búsqueda de acciones que generen menor impacto social. “Puede ser con subsidio focalizado, a transportistas y usuarios, concesiones arancelarias o una combinación de ambas opciones. Hay que tomarse un tiempo para analizarlo”, sostiene.
El exministro de Obras Públicas José Maquiavelo coincide y dice que una opción sería canalizar la amortiguación en la disminución de impuestos y procurar no trasladar el impacto a las clases populares.
El Municipio ha sido enfático en que una revisión del alza del pasaje no está en agenda, postura que comparte el coordinador del Observatorio Ciudadano de Servicios Públicos, César Cárdenas, quien además insta a las autoridades a permitir que el usuario participe en los diálogos. La próxima reunión será el martes.
