Aeropuerto de Guayaquil: 17 extranjeros no pudieron ingresar al país
Entre las razones, los pasajeros no contaban con pasaportes válidos, visas de permanencia, entre otras causas
El Ministerio del Interior comunicó que, entre el 23 y el 29 de noviembre, un total de 17 pasajeros tuvieron prohibido el ingreso al país por diversas razones, entre ellas pasaportes no válidos, falta de visas de permanencia, entre otras causas.
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Leer másTodos estos casos fueron reportados en el aeropuerto José Joaquín de Olmedo, en la ciudad de Guayaquil. Se tiene conocimiento de que estos visitantes provenían de los siguientes países: Colombia, Perú, China, Cuba, Filipinas, Países Bajos, Estados Unidos y República Dominicana.
De este total de extranjeros, seis llegaron a la terminal aérea sin justificar su condición migratoria, mientras que otros seis no contaban con una visa válida y vigente para permanecer en el país.
Dos de los pasajeros no tenían pasaporte válido, y otros dos no contaban con días disponibles para permanecer en la república.
También se reportó el caso de un pasajero que fue devuelto a su ruta de origen debido a que intentó evadir los filtros migratorios y de seguridad que se realizan en cada vuelo internacional que llega a Ecuador.
La ciudadanía exige más control
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Leer másLa ciudadanía insta a las autoridades a vigilar más de cerca a los extranjeros que ingresan al país, pues consideran que varios llegan con el fin de realizar ‘negocios turbios’. “Yo vivo en el Batallón del Suburbio, y muchas veces escuchamos a ciudadanos de varias nacionalidades hablar con gente que ya se sabe que no andan en nada bueno. Sabemos que no son de aquí por los acentos que tienen. Esto ya parece la novela de 'El Cartel de los Sapos', por tanto narcotraficante y gente sospechosa que pasa por estos barrios pobres”, comenta Ignacio Villagrán, habitante de este sector.
Asimismo, Mauricio Peláez, quien vive en una urbanización de La Aurora, destaca que, en los últimos meses, un vecino suyo, que ha evitado el contacto con el resto de los residentes y siempre llega tarde en la noche con varios paquetes, trae de forma frecuente a distintos ciudadanos de varias nacionalidades. “Puede que solo sea parte de su trabajo, pero es muy sospechoso lo que hace. Y para colmo, hemos visto cómo su carro ha llegado con varios huecos en la chapa y con vidrios rotos; no es la primera vez que llega así y lo arregla en dos días. Ya hay un patrón y me da miedo que sea lo que muchos pensamos”.
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