El agua de la urbe, aún con residuos de heces
Las aguas servidas no cumplen estándares. Informes registran coliformes y cadmio. Nuevas plantas siguen en construcción.
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Leer másEn dos años, poco ha cambiado. El estado del tratamiento de las aguas residuales del Puerto Principal continúa incumpliendo con la Norma de Calidad Ambiental y de Descarga de Efluentes del Ecuador y superando, con creces, el índice de concentración de contaminantes permitidos.
En 2017, EXPRESO publicó un estudio del Banco Mundial, realizado previo a la adjudicación de un préstamo para la construcción de la planta de tratamiento de aguas Las Esclusas, que señalaba que, en Guayaquil, solo el 20 % de estas eran procesadas correctamente antes de ir al afluente.
“La Norma Nacional establece los límites de Demanda Bioquímica de Oxígeno (grado de contaminación orgánica del agua) en 100 miligramos por litro; y de Sólidos Suspendidos Totales (factor asociado a la turbiedad del agua) en 100 miligramos por litro... Los niveles de agua residual descargada en el Guasmo son de 156 para Demanda Bioquímica de Oxígeno y de 130 Sólidos Suspendidos Totales durante la estación seca. Este problema es menor en La Pradera, debido a la alta dilución del agua que llega ahí tras la infiltración con el agua del sistema de alcantarillado”, detallaba el informe.
En julio de este año, una delegación de la entidad internacional llegó al país para constatar los avances en la construcción de la planta de tratamiento, que costará $ 205 millones y limpiará la descarga de aguas del sur de Guayaquil. Estará lista, tentativamente, en mayo de 2020, mientras que otra planta de tratamiento en el sector de Los Merinos, y financiada con un préstamo adicional del Banco Mundial, estará en 2023. Mientras tanto, los antiguos sistemas continúan funcionando tal cual lo constató la institución durante su primera visita.
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Leer másEn aquel momento, el Banco planteó la posibilidad de mejorar el sistema de las plantas vigentes en el Guasmo y La Pradera mientras se realizaba la construcción de las edificaciones nuevas, pero esta fue descartada incluso antes de la firma del préstamo al Cabildo.
“Se planteó determinar un calendario de plazos para ir cumpliendo con los estándares ambientales para la descarga que incluía un sistema preliminar de tratamiento, pero la opción se descartó debido a que la Empresa Municipal de Agua y Alcantarillado de Guayaquil (Emapag EP) ya ha recibido dos moratorias para cumplir con las condiciones (1999 y 2005) y porque puede plantear cuestiones políticas”, explicaba el documento.
Pero para la cuenca del Guayas esto significa que el exceso de contaminantes ha seguido depositándose en sus aguas.
Así lo explican los expertos. “No se monitorean los niveles de contaminación. El vector de absorción del Guayas es bueno, pero no es eterno y hay químicos que el tratamiento residual no retiene. Los detergentes y pesticidas no se eliminan con el tratamiento que dan en las plantas de la ciudad”, explicó la bióloga y catedrática Martha Vaca.
Con ella concuerda el consultor ambiental Danilo Álvarez. “El río Guayas no logra diluir todos los contaminantes, y eso lo comprueban varios estudios. Hay un exceso de cadmio, coliformes y otros químicos. La rápida dilución del Guayas es una excusa que se ha usado para no cumplir con las normas”, dijo.
Uno de estos estudios fue realizado por la Red Interamericana de Academias de Ciencias. Su coordinador en Ecuador, el Dr. Ricardo Izurieta, explicó que 67 % de las muestras analizadas en la cuenca del Guayas superaban el límite máximo permisible de coliformes fecales. De los cuarenta y tres puntos de muestreo, treinta y uno se encontraban en condición crítica o muy crítica.
El río Guayas no logra diluir todos los contaminantes, y eso lo comprueban varios estudios. Exceso de cadmio, coliformes y otros químicos están confirmados.
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Leer másOtro análisis fue realizado el año pasado por la Dra. Beatriz Pernía, docente e investigadora de la Universidad de Guayaquil. Este, enfocado en el uso de plantas acuáticas para la remoción de coliformes y E.coli en aguas servidas, contó con un muestreo en cuatro puntos distintos de la cuenca del río.
Se encontró que el nivel de coliformes superaba los “1.000 NMP/100 ml para agua de consumo humano, uso doméstico y riego según el Acuerdo Ministerial 097A de 2015”.
En 2018, la investigadora también dirigió un análisis sobre la concentración de cadmio en el agua y sedimentos, que arrojó el siguiente resultado: “ocho de las nueve localidades estudiadas en los ríos Guayas, Daule y Babahoyo superan los límites permisibles de cadmio en sedimentos según las normas canadiense y ecuatoriana”.
Al respecto, Pernía añadió que en los últimos dos años, las concentraciones de químicos han aumentando considerablemente. “No se debe solo a las descargas directas, sino al tratamiento deficiente que se le da a la aguas residuales”, estableció.
EXPRESO consultó a Emapag sobre los avances en el cumplimiento de las normas nacionales y los planes mientras se terminaban las nuevas plantas de tratamiento.
La entidad indicó que, con un préstamos del Banco de Desarrollo de América Latina, están realizando un plan de conservación de la cuenca del río Daule que incluye “control continuo de la calidad del agua , reforestación, conservación del suelo, control de erosión y sedimento, recuperación de la vegetación ribereña en la zona de protección del río Daule”. No se ofrecieron cifras con respecto a los logros de este proyecto.