Alborada Progresa, colectivo al rescate del espacio público

La tarde del lunes caía sobre la manzana 1 de la primera etapa de la Alborada. En el parque central, tres vecinas paseaban a sus mascotas. A pocos metros, otros ciudadanos se ejercitaban. El clima era agradable, una fresca brisa asomaba por el sector.

Sentado en unas banquetas, Óscar Valdiviezo observaba el estado de los árboles en ese espacio de ocio. Conversaba con otros vecinos sobre las mejoras que aún están pendientes en esa zona del norte guayaquileño.

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Él forma parte del colectivo Alborada Progresa, iniciativa comunitaria creada para gestionar el desarrollo de obras en diversas áreas de la primera etapa de la ciudadela, uno de los motores comerciales de la urbe.

Valdiviezo expresó que la idea surgió hace cuatro años, mientras la ciudad intentaba reponerse de los embates que dejó la pandemia de COVID-19.

“Empezamos a reunirnos ciertos vecinos que antiguamente veníamos manejando unos comités con la intención de buscar mejoras, primero, de nuestro parque central que en ese momento estaba en bastante mal estado”, sostuvo el ciudadano.

A través de un chat de WhatsApp se mantienen en contacto con moradores de varias manzanas en la primera etapa de la ciudadela, lo que les permite actuar rápido si se presenta alguna novedad en el sector.

El parque central es el corazón de este vecindario. En el 2020, Lharitzha Granja comenzó a sembrar diversas especies de plantas en un área. Poco a poco comenzó a extenderse a otros espacios, aplicando elementos ornamentales creados a partir de materiales reciclados.

“Empezó como un hobby para distraerme por tanto tiempo que estuvimos encerrados en la pandemia y también para darle vida al parque, porque había quedado descuidado. Sembramos aliento de bebé, patitas de gallo, una variedad de plantas que pueden aguantar el sol”, manifestó la ciudadana. Alrededor de las especies, hay pozos y maceteros elaborados con llantas y decorados con pinturas.

Este fue un primer paso para rescatar el parque. Sin embargo, Fabricio Murillo, residente de la manzana K, lamentó que los espacios públicos sean abandonados por el auge de la inseguridad. En el caso de esta etapa, por la presencia de consumidores de drogas, entre ellos jóvenes estudiantes de colegio.

Es que la fuerza de la unión comunitaria se ve debilitada por la ausencia de control por parte de entidades como la Policía Nacional y el Municipio.

Asimismo, debido a la gran presencia de adultos mayores en esta zona, muchos de ellos viviendo desde los inicios de la Alborada hace medio siglo, los integrantes de este colectivo piden al Cabildo intervenir el parque, instalando, entre otros elementos, juegos gerontológicos.

Valdiviezo señaló que el sistema de alcantarillado en la zona es vetusto y urge un cambio inmediato. Asimismo, en la época de invierno, el desfogue de las aguas lluvias es deficiente, por lo que varias calles quedan anegadas durante horas.

Mientras que Murillo solicitó el arreglo de peatonales, que no han sido intervenidas en 50 años. Y en el parque, expresó, hacen falta juegos gerontológicos y acceso para las personas con discapacidad.

“La idea es que, en cierta medida, las autoridades tanto municipales como de las otras empresas públicas nos escuchen, y que a través de esta agrupación, las necesidades del sector puedan canalizarse”, indicó.

Alborada Progresa: Chat por Whatsapp, vía para atenciones

Daños en luminarias, presencia de personas sospechosas en la zona y reclamos por mala disposición de basura son algunas denuncias que reciben por parte de sus vecinos y que tratan de subsanar, ya sea por autogestión o por respuesta efectiva de las entidades correspondientes.

Convertir a la Alborada en una ciudadela que progresa siendo un modelo para el resto de zonas en Guayaquil es hacia donde apunta esta agrupación.

El primer paso es la rehabilitación del parque central. “Queremos recuperar su identidad, que tenga color, que tenga vida, que la gente salga nuevamente, ahuyentar a la delincuencia”, refirió Granja, quien se encarga con su esposo del cuidado de las vistosas áreas con sus siembras.

También esperan que la comunidad de Alborada se integre y realice un compromiso de cuidado del espacio público y las áreas verdes.

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