Alcaldía de Guayaquil: “Todos los años habrá baches”
La entidad destinará $ 123 millones para atender el problema. Ciudadanos y expertos reclaman que el plan no proyecte aún una solución a largo plazo
EXPRESO ha registrado en entregas recientes todas las molestias causadas por los cráteres en las vías en Guayaquil. Hoy, tras una lluvia de quejas ciudadanas que han determinado que el Puerto Principal nada tiene que envidiarle a la superficie de la Luna, el Municipio se ha comprometido a ejecutar un plan integral de bacheo, rehabilitación y nuevas calles; que otra vez no incluye, como lo sugieren los expertos, una solución definitiva al problema, al menos en todos los puntos críticos.
Baches en Guayaquil: “Bajarme en el paradero es como bajarme en la Luna” https://t.co/UrtmoD3Pmv
— Diana Sotomayor Z. (@DianaSotomayorZ) March 1, 2021
Ayer, desde la Corporación para la Seguridad Ciudadana, Andrés Burbano, director municipal de Obras Públicas, aseguró que se destinarán 123 millones de dólares para atender a la urbe en este punto.
Hacer trabajos de bacheo, lo que implica solo tapar huequitos, es salir nada más que de la emergencia. Eso no necesita Guayaquil. Al menos no para generar un cambio
Son 64 millones más en relación a lo destinado en 2020 y 31 más que en 2019, los que se usarán para, inicialmente, bachear las calles de sectores como Monte Sinaí, Bellavista, Urdesa y Guangala, consideradas las más afectadas. Y luego colocar hormigón en arterias como la Benjamín Carrión y Rodolfo Baquerizo, donde se prevé paralelamente cambiar los ramales de acueductos que se encuentran en pésimo estado.
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Leer másEstas medidas son precisamente las que han venido sugiriendo expertos como José Baquero, miembro del Colegio de Ingenieros del Guayas, y el urbanista Carlos Jiménez, quienes además hacen énfasis en la necesidad de que se tomen en cuenta los usos de suelo y sus proyecciones de tráfico, transporte y tránsito, para que el trabajo no sea en vano.
“Hasta ahora no hemos tenido más que obras parches, lo ha gritado Guayaquil, lo han recomendado expertos en el tema, pero las autoridades simplemente no escuchan. ¿Por qué aceptar que se derroche siempre el dinero? ¿Por qué acostumbrarnos a vivir con huecos?”, cuestiona Nicolás Ascencio, quien vive en la ciudadela La Pradera 3, donde el problema es evidente.
Sobre este último cuestionamiento, Burbano responde y, ante el asombro y frustración de los guayaquileños, explica que en la ciudad los baches no se irán y que seguirán apareciendo en las arterias de la ciudad.
“Todos los años habrá baches por varios motivos: por tráfico, porque las cajas colapsan, porque la infraestructura de la ciudad es muy antigua. La idea, hoy, es generar un proceso de mantenimiento durable para que el daño sea menor. Y es que vamos a intervenir las vías antes del tiempo previsto para que haya menos afectación”, explicó a EXPRESO, al añadir que hay calles como la Esmeraldas, Tulcán y Los Ríos, que concentran alto flujo vehicular, que recién se intervendrán en 2022.
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Leer más“La cantidad de tránsito en esos puntos es diez veces más de lo que se planificó; por ello, vamos a hacer un nuevo diseño vial, temporalmente un bacheo, que es lo que siempre se va a hacer. Dentro del contrato está levantar las tapas, arreglar sumideros. Es un proceso continuo”, dijo.
Pero para el planificador urbano Johnny Cóndor, una de las opciones más viables para evitar el deterioro tanto de la calle Esmeraldas, Rumichaca o la Once, en La Pradera, por donde hasta circulan tráileres, no hay más opción que ponerles, asimismo, hormigón o poner una carpeta asfáltica más gruesa.
“Hacer trabajos de bacheo, que implican solo tapar huequitos, no ayudará a nada más que salir de la emergencia. Y eso en Guayaquil no es suficiente. Las diferencias de los materiales que se usan para ejecutar estos trabajos, marcan la diferencia”, indicó.
En la Alborada están realizando la pavimentación de una calle con hormigón, pero siguen haciendo la misma acera diminuta y sin árboles. El plan debe obedecer a un diseño y ese diseño a un estudio.
La arquitecta Lili Carbonell coincide con él y critica el hecho de que la gestión prevista, no refleje un plan integral en el que se le da espacio a las áreas verdes. “No vale la pena seguir gastando dinero en mantenimiento y seguir teniendo, por citar un caso, aceras diminutas. Hay que zonificar Guayaquil y ese plan debe obedecer a un diseño y ese diseño a un estudio”, afirmó.
“Que te digan que siempre habrá baches, es lo mismo que nos han dicho con las inundaciones, que siempre habrá. No es esa la explicación que esperamos. Los guayaquileños no somos tontos”, señaló la residente de la ciudadela Guayacanes, Belén Ortiz, quien lamenta que el Puerto Principal no pueda avanzar más en este tema.
No necesitamos que se haga el mismo trabajo de siempre, sino uno que sea duradero. Acá te lanzan apenas brea, por eso las calles están como están, no hay un trabajo a conciencia.