Anconcito, una ‘bomba de tiempo’ les está robando la paz
Asesinatos, ‘vacunas’ y hasta secuestros atemorizan al balneario turístico de Santa Elena
Óscar Alfredo Anastacio Pachay, de 45 años, se convirtió en la quinta persona que asesinan en menos de una semana en la parroquia Anconcito, jurisdicción del cantón Salinas, provincia de Santa Elena. Con él suman 13 los acribillados en lo que va de este 2023, en un sitio que anteriormente era considerado tranquilo, de paz.
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Leer másLas autoridades policiales consideran que todos los crímenes ocurridos en Anconcito estarían relacionados con un conflicto entre bandas, que se disputan el territorio para el tráfico de drogas y, por lo que han reclutado a lugareños que ahora forman parte de esos grupos.
“Por ser un puerto que tiene acantilados y áreas con poca accesibilidad para las personas, Anconcito se ha vuelto propicio para el envío de droga en lanchas. Además, el microtráfico también ha ganado terreno en esta parroquia. Aquí estamos sobre una bomba de tiempo y es urgente que las autoridades ejecuten un efectivo plan para terminar con las mafias”, expresó un dirigente barrial, que pidió la reserva de su identidad.
Anastacio Pachay fue asesinado la tarde del lunes 19 de junio, cuando se dirigía a su hogar, en el barrio 9 de Octubre.
A los crímenes se suman las denominadas vacunas a los comerciantes y hasta secuestros. El último sábado se reportó la desaparición de Luiggi Panchana, de 18 años. Hasta el cierre de esta edición, sus allegados continuaban con su búsqueda.
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Leer más“Varios negocios han tenido que cerrar para no ser víctimas de extorsión. Hay mucha gente amenazada. Las autoridades conocen y no se está haciendo nada al respecto. Estamos muy asustados”, comentó otro lugareño. La mayoría se muestra nerviosa en sus actividades cotidianas. Cada vez que se escuchan ruidos de bala o explosiones, optan por encerrarse.
La Gobernación de Santa Elena indicó que se ha destinado un grupo de inteligencia policial a la parroquia, para que trabaje en la investigación y poder encontrar a los cabecillas de las bandas de sicarios que han creado zozobra en este puerto.
Otra lugareña espera que se militarice la parroquia como una salida a esa situación, pues algunos ya están optando por colocar sus propiedades en venta, para así “huir” de la delincuencia.