Artesanos de la 6 de Marzo piden seguridad para reactivación
Comerciantes y moradores con temor por recientes casos de delincuencia en el sector. Alegan que el miedo aleja visitantes
En la Seis de Marzo el clima soleado anima a los artesanos a aumentar la producción y exhibir sus creaciones para el comercio, sin embargo, la demanda no responde a la oferta y la mayoría señala como responsable a la inseguridad.
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Luis García lleva décadas dedicándose a la venta de los monigotes, pero le preocupa que este año se está activando lento el comercio, y cree que es el miedo. “Lo bueno es que nadie nos ha venido a molestar con extorsiones, pero no se ve a la Policía en ningún lado. Aquí caminan los metropolitanos, pero sin armas ni nada”, contó a EXPRESO.
La semana pasada, contaban los comerciantes, la jornada fue interrumpida por un robo con armas, y que incluso se hicieron detonaciones. ''Aquí uno no se siente seguro para nada, peligrosísimo esto entre la tarde y noche. Ese día pecho al piso nos fuimos todos'', relata ''María'' (pidió proteger su identidad), que vende sus monigotes en la esquina donde se realizó el asalto
Otro suceso relevante ocurrió hace pocas semanas en la intersección con la calle Capitán Nájera, donde los moradores lograron atrapar a un presunto delincuente y fue quemado vivo, en un hecho irónicamente lamentable.
Las ventas van lentas
Que el comercio todavía no despegue no es solo cuestión de que 'el guayaquileño compra a última hora', como justifican algunos vendedores, pero también interpretan que el bolsillo del comprador está desgastado.
''Están 'regateando' mucho, si uno vende a 60, ofrecen menos. A cincuenta, lo dejo mínimo. La economía está mal, aunque de a poquito está viniendo la gente'', cuenta Edison Salinas, quien aprovecha el sol para hacer más monigotes y que sequen rápido.
Juan Carlos Quiñonez, en cambio, aprovecha la poca afluencia de estos días para comprar ''de una vez'' sus años viejos: ''Lo hago ahorita porque este año no pasaré aquí en la ciudad. En este caso compramos los que les guste a mis hijos, pero yo quise llevarme este año a Enner Valencia'', compartió entre risas.
Se observa también como distintos furgones llevan 'en masa' los monigotes hacia diferentes partes del país, pero en su mayoría señalaron que incluso a ellos, que compran en gran cantidad, les ''sale caro este año, en comparación al anterior''.
Hay alternativas de mayor ahorro para las familias guayaquileñas, como la de Iveth Rodríguez: ''Este año salimos a ver con mis dos hijas, para conocer cómo están los de este año. Pero casi ni compramos. Mi esposo está haciendo uno en casa'', alegó.