Sí hay demanda para los monigotes de menor tamaño en Guayaquil
A lo largo de la tradicional calle 6 de Marzo se exponen los muñecos de cartón de todos los colores y tamaños
Llegó la temporada festiva a Guayaquil y con ella los monigotes de todos los personajes (reales y ficticios) a la tradicional 6 de Marzo. En sus abarrotadas aceras, algunos de estos resaltan por su peculiar tamaño: parecen sacados de un cuento en miniatura.
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Desde perros amarillos con un largo ‘pelo’ hasta pequeñísimas figuras del personaje Ansiedad (de la película ‘Intensamente 2’) se exponen al público colgados de una cuerda atada a un poste. Pero para ninguno de los clientes el tamaño representa un problema.
Aunque la artesana Angélica Jaramillo explica que son vendidos de manera individual si alguien lo solicita, estos pequeños monigotes de Ansiedad fueron hechos como complemento de un muñeco más grande. Su creadora afirma que estos años viejos están elaborados como si se tratara de rompecabezas.
“Parece mentira, se han vendido más de cien de estos. Estos cinco son los últimos que nos quedan, ya no hay más”, comenta.
Anuncios ‘grandes’, muñecos pequeños
A pesar del reducido tamaño, el precio no es negociable: cuesta 3 dólares sin opción a ‘regateo’, porque “toman hasta más trabajo que los ‘viejos’ más grandes, por las piezas pequeñitas”, justifica Jaramillo.
Steven Pérez, otro artesano, con un megáfono ofrece sus muñecos de papel y almidón en 6 de Marzo y Brasil. Lo contradictorio de su anuncio ‘grande’ es que él tiene entre sus monigotes uno que no llega a medir ni un metro
Se trata de un Doraemon, personaje de un manga (historieta japonesa), que alegra el paseo a los más pequeños, según lo que cuenta el joven.
Este lo vende en 5 dólares y dice que prefiere venderlo de ese tamaño porque “está bien pagado”. “Si quieren más grandes, a veces piden rebajas excesivas. Sin embargo, esto no sucede si es que son pequeños porque no hay chance de bajarle tanto el precio”, explica.
Mercedes, otra artesana, con más de una década de experiencia en esta actividad, dice que empezó a confeccionar monigotes pequeñitos por ocio, solo “porque no tenía nada que hacer”. Los primeros de este tipo que hizo fueron unos caballos de colores que tenían como base un rectángulo. ¡Hasta parecían sacados de una juguetería!
Ella vende desde 5 dólares los monigotes miniatura, que le toman aproximadamente 20 minutos de trabajo. “Uso cartón, goma y pintura. Es lo único que se necesita para armarlos”.