Apagones en Ecuador: la gastronomía vive en desasosiego
Los toques de queda y los cortes energéticos golpean al sector culinario. Sus representantes piden replantear las medidas
Incertidumbre. Pasaron por el fuego de la pandemia, luego por los apagones, los toques de queda por la inseguridad, también por el incremento del Impuesto al Valor Agregado. Ahora, otra vez, al sector gastronómico le tocará ver cómo subsiste a los apagones y toques de queda.
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Leer másEl miércoles 18 de septiembre pasado, cuando se produjo el primer apagón programado del mes, fue comprendido por varios representantes de restaurantes de Guayaquil y Samborondón. Algunos programaron apagar las luces de sus locales a las 20:00, como lo comunicó la cafetería Juan Valdez. La firma colocó un letrero en sus puertas.
La gran mayoría de los restaurantes decidieron trabajar hasta las 21:00; sin embargo, las mesas lucían vacías, como lo han permanecido el resto de la semana. Al pasar por la avenida Víctor Emilio Estrada, en Urdesa, el restaurante Lo Nuestro no pasa desapercibido. El pasado miércoles las luces estaban encendidas. Afuera, en la entrada de la puerta, estaba en pie un hombre vestido con guayabera, muy característico del sitio. Pero adentro, solo dos mesas estaban ocupadas.
Afectaciones para los locales gastronómicos
Para Nixon Maza, capitán de Lo Nuestro, la medida planteado por el Gobierno los afecta. Esto, porque a pesar de que en el sector el corte energético era a las 03:00 del 19 de septiembre, el Ejecutivo determinó toque de queda a las 22:00 del día anterior. De allí que pronostica un escenario similar hasta que se arregle o calme el problema, algo improbable aún.
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Leer másMaza enfatiza que estas medidas no solo perjudican al empresario, también a los trabajadores, porque representan menos ingresos. Camilo Espinoza, administrador de Lost Grill, también en Urdesa, opina que si bien deben apoyar estas medidas para que hagan los mantenimientos respectivos, necesitan conocer la verdad de lo que planea hacer el Gobierno para pensar cómo afrontar la situación.
El administrador de Lost Grill indicó que el día del apagón masivo tuvo una ocupación del 25 %, cuando suele ser de un 70 %. Normalmente cierra a las 24:00, pero esa noche lo tuvo que hacer a las 20:30 para que el personal pudiese llegar a tiempo a sus hogares.
Aunque la época de mayor ingreso es el último trimestre del año, Espinoza confiesa que “no podrían aguantar mucho” si en lo que resta de septiembre la medida se amplía a los cuatro primeros días de la semana. “Nos afectaría bastante. Tenemos empleados, proveedores y servicios que hay que pagar”. Para este nicho, a diferencia de los lunes, martes y miércoles, los jueves son importantes.
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Leer másTemores ante los próximos apagones
Y es que aunque los cortes se programen para la madrugada, si los toques de queda se establecen desde las 22:00 hasta las 06:00 los clientes no van a salir para consumir, expone Carlos Barrezueta, presidente de la Asociación de Restaurantes del Guayas. Por lo que las ventas no se incrementarán ni podrán levantar la vara gastronómica con los eventos y festivales que han programado a partir de octubre, como el Festival del Marisco que se realizará en Puerto Santa Ana. Lo que también afectaría al turismo, dice.
La Cámara de Industrias y Producción estima que cada noche de apagón para este rubro productivo representa una pérdida de $ 20 millones. Solo en el sector de restaurantes o de entretenimiento nocturno el monto por día alcanzaría los $ 3,5 millones a nivel nacional, indica el Observatorio Económico de la Cámara de Comercio de Quito.
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Leer másNo obstante, Francesca Ferrero, propietaria de Morogrill, observa que el impacto sería más fuerte en la Costa, ya que la gente de esta región sale más en las noches a comer o a recrearse que en la Sierra. Añade que en la provincia del Guayas, las noches son el momento del día más importante, porque representan hasta el 70 % de la facturación. Por lo que “el impulso de compra se verá frenado”.
Esto, porque la gente no saldría, dice Pedro Aspiazu, cajero de Dipping Cookies.
La ciudadanía opina
Y la ciudadanía lo corrobora, puesto que aseguran que aun si en su sector la luz se va en la madrugada, desconoce a qué hora se va en otras zonas, por lo que no se arriesgará a rodar por las calles a oscuras. “Incluso si levantan el toque de queda, confunde esto de no saber a qué hora mismo se va la luz en tal calle o vecindario, o más aún que no sea siempre a la misma hora para todos. Es una incertidumbre total la que estamos viviendo. No tiene lógica que nunca se planifique nada. Otra vez el sector gastronómico y de diversión se ha visto afectado, y con ellos los guayaquileños, que ante los índices de violencia por meses nos hemos limitado a salir solo a comer. Ahora ya ni eso”, sentenció el guayaquileño Danilo Garríquez.
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Leer másPropuestas para mitigar el impacto energético
No llueve en la región y, por ende, habrá cortes de energía. Ante lo innegable, Francesca Ferrero, propietaria de Morogrill, sugiere que estos no duren más de tres horas, para que no se dañen las materias primas. Además, que si se requieren ocho horas de suspensión, que sean distribuidas entre la mañana, tarde o noche, como en 2023.
Por su parte, Camilo Espinoza, administrador de Lost Grill, propone que las grandes empresas y supermercados, después del mediodía, utilicen sus plantas de generación de electricidad. Así, esos megavatios que no utiliza el sector privado pueden ser consumidos por la población.
Asimismo, que se analicen bien los horarios de toque de queda, pide Pedro Aspiazu, cajero de Dipping Cookies. Primero, que los toques de queda sean en la madrugada; segundo, que sean una o dos horas antes del corte de luz.
También, que se anuncien con tiempo las resoluciones, dice Carlos Barrezueta, titular de la Asociación de Restaurantes del Guayas. Así, el sector podrá organizarse.
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