Guayaquil: árboles contra el mal olor

La acción que por años venían recomendando los especialistas en medioambiente y contaminación, además de los urbanistas y planificadores urbanos de la ciudad consultados por este Diario, finalmente se ejecutó ayer. En la planta de tratamiento de Guayacanes Samanes fueron sembradas alrededor de 400 especies, entre árboles pequeños y grandes, para crear esa especie de barrera natural que mitigue los malos olores que pueda generar la estructura.

Este año, EXPRESO ha venido publicando la realidad que viven los residentes, incluso de zonas como La Puntilla (Samborondón), que en repetidas ocasiones han tenido problemas hasta para comer o dormir debido a la molestia, lo que obligó a que este tema llegue a la Asamblea; y las acciones que Veolia Ecuador, empresa francesa que opera a Interagua, ha desarrollado para solucionarlos, al menos hasta que la planta de tratamiento Los Merinos esté lista.

La arborización, una de las acciones esperadas, ayer inició su primera fase y continuará por tres meses, hasta que se hayan sembrado un total de 1.500 árboles y plantas, entre ellas yerbaluisa, fernán sánchez y palo santo.

Romina Saavedra, quien vive en la cuarta etapa de Guayacanes, ciudadela aledaña a las lagunas de oxidación, dijo sentirse satisfecha de que el pedido ciudadano haya sido tomado en cuenta. “Durante muchos años tuvimos reuniones con las autoridades, en el vecindario viven ambientalistas, planificadores urbanos, y ellos hacían hincapié en la construcción de este muro vivo. Ahora que empieza a tener vida solo espero que la problemática tenga fin. Y es que aunque los malos olores han disminuido, hay días donde se los percibe”, resalta.

Sobre este situación de la que el gerente general de Veolia Ecuador, Jerome Cardineau, según reconoce a EXPRESO, está enterado; asegura que se continúa trabajando, pero advierte que esos olores atípicos están controlados y se perciben solo en circunstancias específicas.

“Ahora tenemos equipos digitales (y no manuales) que monitorean los rendimientos, esto es nuevo, y confirman que los niveles de olores están bajos y que los picos de percepción se elevan cuando las descargas industriales se hacen de forma incorrecta. Esto, sin embargo, lo estamos controlando con la dirección municipal de Ambiente, nos estamos reuniendo semanalmente para analizar qué están haciendo las empresas y de qué forma o bajo qué parámetros”, defiende.

Para Cardineau, la barrera de árboles se convertirán en solo una herramienta más. A inicio de 2022, explica, inicia ya el proceso para colocar los aireadores en las tres lagunas inhabilitadas.

“Que funcionen y sean el espejo de las otras tres que tienen turbinas y dragas, mejorará más el escenario. Los árboles, cuyas especias elegidas además emanan fragancias, serán entonces un proyecto más de ayuda...”.

Pero uno importante y quizás el más esperado, asegura el especialista en Agroecología y Desarrollo Sostenible, Xavier Salgado, quien sostiene que con estas barreras vegetales será posible mitigar hasta en un 70 % la contaminación del sitio.

“Si bien siempre será necesaria la inversión técnica para oxigenar un área, estos árboles son el complemento ideal para filtrar gases. Por ejemplo la cananga es una especie que se utilizaba hasta para crear perfumes, incluirla sería perfecto”, piensa.

Teniendo en cuenta este panorama, vecinos como Tito López, de Las Orquídeas; y Carlos Matute, de Mucho Lote, solicitan que coloquen esta pantalla vegetal al pie de los canales de agua lluvia que recorren sus barrios. “Con ellos, la fetidez y el concreto se reduciría. Necesitamos vida. Repliquen el plan”, exhorta López.

Para el planificador urbano Johnny López, que en repetidas ocasiones ha hecho un llamado a que las autoridades combatan la contaminación con la reforestación (la ha sugerido para recuperar el manglar, el río, la sombra y hasta la vida de barrio); con este muro hasta las islas de calor se reducirán en el área.

“Los árboles no inhalarán solo la fetidez a través de sus hojas, sino que evaporarán agua y reducirán la temperatura. Esto será oxígeno puro. De apostarle a esta idea en las zonas críticas, Guayaquil sería más habitable”. Quizás y en 10 años, si la autoridad prioriza la iniciativa y aumenta las políticas públicas, tendríamos una ciudad libre de impurezas, añade Salgado.

“Ahora parecería que se está tratando de corregir errores, si es así y el camino agarra un rumbo nuevo, hay posibilidades de vivamos con menos polución”, sentencia.

Interagua: Encuesta vecinal para medir el daño

Para conocer dónde y en qué medida se perciben los malos olores generados por la planta, Interagua ha empezado a encuestar a los líderes de los barrios afectados. Fidel Valdivieso, subgerente de Gestión Comunitaria, asegura que una vez culminado el censo, se emitirá un informe para iniciar correctivos. “Hasta ahora lo que vemos es que al llegar a la planta, porque la recorren, los olores les resultan imperceptibles. Lo que no pasa siempre en sus barrios, pero no por la obra sino por el agua estancada que se mezclar con las descargas industriales... Habrá datos interesantes”, detalla.