Las áreas verdes de La Garzota se marchitan

Realizar una rutina de ejercicios, dar una caminata corta o simplemente sentarse en las bancas para apreciar la naturaleza y “escapar” por unos minutos del confinamiento, son parte de las actividades que se realizan en los diferentes parques de la ciudad, aunque no en todos porque los problemas que estos se perciben no lo permiten.

Es el caso de tres de las siete áreas verdes que se encuentran en la tercera etapa de la ciudadela La Garzota, en el norte de la ciudad, donde la maleza, los desperdicios y los daños en las estructuras afectan a estas zonas recreativas que han obligado a que los moradores ya no las utilicen.

A esto se suma la inseguridad y el temor que en ellos se experimenta por la presencia de consumidores de drogas e indigentes que han tomado posesión de estos lugares durante la mayor parte del día.

EXPRESO realizó un recorrido en el sitio y comprobó esta problemática. Incluso se hallaron prendas de vestir en una glorieta, neumáticos y hasta colchones que han sido abandonados en las esquinas.

Manuel Arrata, residente del sector, recuerda que, junto a un grupo de estudiantes, intentó recuperar el brillo del área verde de la manzana 101 con la siembra de plantas y pancartas con mensajes que motiven a crear conciencia a los moradores para que no arrojen los desechos. Sin embargo, lamenta que con el paso de los días, el espacio se convirtió en una zona de estacionamiento de automóviles y camiones.

“El problema se da sobre todo en las manzanas 96, 101, 93, 88 y 89, donde ya hemos visto a indigentes. Hace un mes vino personal del Municipio para hacer la poda porque esto parecía una selva, pero el problema continúa”, se queja Arrata, quien responsabiliza a los consumidores de alcohol, que son muchos, advierte, de derribar parte del cerramiento de una de las áreas verdes que se ubica en la parte de atrás del templo budista Yuan Heng.

Allí, un trabajador del sitio, quien prefirió no identificarse, aseguró a este Diario que en octubre de 2019, dos funcionarios municipales llegaron a un acuerdo con los administradores del establecimiento para que sea el Cabildo el ente que intervenga y se haga cargo del mantenimiento respectivo. “Les explicamos las razones y nos prometieron que se iban a encargar en su totalidad”, añadió.

Este parque es uno de los más atractivos para los residentes, quienes antes lo consideraban un “pequeño bosque”, por su vegetación y una pileta instalada en el centro, pero que no funciona desde hace unos meses, por lo que tampoco es visitado.

Para Celia Ramírez, habitante de la manzana 74, de regenerar el espacio, una acción que asegura debería ser contemplada por el Cabildo; el vecindario volvería a ser ese punto turístico no solo para los moradores de La Garzota y ciudadelas aledañas, como Sauces y la Alborada, sino también para los extranjeros, teniendo en cuenta la cercanía que existe entre el lugar y el aeropuerto José Joaquín de Olmedo.

Por su parte, Ricardo Franco, presidente del Comité Cívico Barrial de la tercera etapa de esta ciudadela, reconoció que por la situación actual en que se encuentran los parques, los moradores no se arriesgan a utilizarlos y se une al pedido de sus vecinos. Todos esperan una pronta mejoría en estas áreas.