EVENTO SOLCA DIA MUNDIAL CONTRA EL CANCER
Solca, junto a la Arquidiócesis de Guayaquil, realizaron un evento para conmemorar a los pacientes con cáncer.Paul Arias Castillo

La Arquidiócesis y Solca rinden tributo a los pacientes oncológicos

Este evento se realiza con motivo del Día Mundial contra el Cáncer. Más de 160 iglesias tocarán sus campanas cada hora

Con motivo del Día Mundial contra el Cáncer, la Sociedad de Lucha Contra el Cáncer del Ecuador (Solca) organizó, en conjunto con la Arquidiócesis de Guayaquil, un evento denominado ‘Campanazos de Vida’.

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Una de las tradiciones de los pacientes oncológicos al superar o suprimir esta enfermedad es tocar una campana como señal de haber sobrevivido. Este 4 de febrero, más de 160 iglesias de Guayaquil, en honor y apoyo a esta lucha, tocarán las campanas de sus respectivos templos cada hora, desde las 07:00 hasta las 19:00.

Pacientes de Solca en 2024

Lastimosamente, no todos los pacientes logran tocar la campana. De acuerdo con Lorena Estrada, oncóloga clínica de Solca, entre enero y noviembre de 2024 se registraron un total de 6,087 casos. La mayoría de los pacientes llega con la enfermedad en una etapa avanzada, y solo el 30% lo hace en fases iniciales.

Además, Estrada asegura que el número de pacientes ha aumentado, aunque no proporciona una cifra exacta.

Melany Ponce, quien fue diagnosticada en 2014 con leucemia linfoblástica aguda (LLA) cuando tenía 7 años, logró superar su enfermedad a principios de 2024. Este diagnóstico cambió drásticamente su vida. “Me detectaron la enfermedad en mi cumpleaños, el 2 de abril. Desde entonces comencé a recibir tratamiento y quimioterapia, y hubo una etapa de mi vida que no recuerdo bien cuándo fue, en la que estuve internada durante 9 meses. Después de la leucemia, muchas cosas cambiaron: me volví más propensa a resfriarme, a experimentar dolores de cabeza más frecuentes e incluso debía cuidar qué medicamentos tomaba”, asegura.

Sin embargo, ella intentó no deprimirse y seguir adelante con su vida de la mejor manera posible. Hoy, Melany lleva una vida plena, como la de cualquier otra joven de 17 años que está en etapa escolar. Para ella, ese campanazo que dio hace un año marcó el inicio de una nueva oportunidad de vida, libre de cáncer.

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