Arte que agoniza ante la vista de la Aerovía

La crisis se registra hasta en el aire. Ampliamente se la difundió como la primera galería aérea de arte del mundo, ubicando a Guayaquil en la ciudad que ‘sacaría pecho’ por tener una exposición de este tipo: Aeroarte. Se trata de murales instalados en distintos puntos del trayecto del sistema de transporte aerosuspendido, pero en aquellas obras, así como lo publicó EXPRESO, no solo se han borrado sus brillantes tonos, pues actualmente una se ha esfumado totalmente de la estructura, otra está rota y en el resto la palidez perdura.

Es un recorrido de algo más de 15 minutos con contrastes, pues al embarcarse desde la estación del Parque Centenario en las cabinas -el pasaje normal cuesta 74 centavos- hay al menos dos murales que no presentan desgaste y aún conservan su esplendor. Estos consisten en figuras de un bombero y personal médico con mascarillas.

Hasta ese punto todo bien, aunque ya al continuar con el recorrido hacia la calle Loja, el escenario tiene una metamorfosis. Por ejemplo, al avanzar por la puerta 1 del Cementerio Patrimonial hay obras en las que figuran de un solo sentido, cuando en su diseño original tenía en ambos. Cerca de ese punto llama la atención un armazón negro, que se levanta en un predio privado, y en el que sostenía a una de las piezas artísticas, pero que hoy ya no está.

De acuerdo con registros, la imagen en cuestión era de un rostro. El recorrido avanza y al llegar a la calle Rocafuerte sorprende observar que en lo que sería la figura de una iguana y emblemática torre Morisca está rota. El daño es evidente y ‘atrofia’ el paseo de aquellos que se suben a la Aerovía para usarla con fines turísticos. De fondo se aprecian las casas coloridas del cerro.

Este proyecto nació en el 2020, cuando Cynthia Viteri administraba Guayaquil. La entidad contratante fue la Fundación Siglo XXI y tuvo como monto 979.399 dólares. Ahora que la gestión de Aquiles Álvarez lleva más de un año, este Diario solicitó una entrevista con el Municipio, para conocer, entre otros puntos, cuál será el destino de Aeroarte. Pero hasta el cierre de este artículo no llegó alguna respuesta.

Por su parte, bajo el criterio de algunos ciudadanos consultados que utilizan este sistema, ya sea por paseo o trabajo, esta situación revela que ni por el lado turístico puede “levantar vuelo” la Aerovía. Uno de estos comentarios lo dio Francisco Gómez, quien aprovechó para ir al vecino cantón Durán.

“Eso fue en pandemia que se hizo una especie de homenaje, pero como todo se le debe dar mantenimiento, no se le ha dado, y con tantos artistas que hay aquí se debe aprovechar eso”, argumentó.

Comentario similar soltó un estudiante universitario, al hacer énfasis que la actual gestión debería estimular el uso del sistema. “Lamentablemente, muchas personas no se suben a la Aerovía, y como el turismo está afectado todo esto empeora”, acotó.

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En tanto, en abril anterior, este Diario dio a conocer que hubo una reducción de usuarios, por lo que expertos indicaron que faltan más iniciativas o acciones para promover su utilidad de manera masiva. El comercio y turismo figuraron entre la lluvia de ideas.

• Cerca de cuadros hay pilares con grafitis

Una de las paradas que más destaca del sistema sin duda es la Plaza Centenario, que está en la avenida Quito y 9 de Octubre, centro de Guayaquil. En esta monumental estructura, que tapa una parte de la arquitectura del edificio de la Casa de la Cultura del Guayas, hay cuadros de autores reconocidos como, por ejemplo, Seminario, que se ubican en la zona baja, pero cerca de estos se observan grafitis en los grises pilares.

Hay que alzar la mirada para observar las obras, pues muchas veces pasan desapercibidas, reconocen algunos usuarios y trabajadores de este céntrico sector que esperan cruzar el tramo para acceder a dicha estación.

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