¿Arte o burla contra los muertos? Otra obra polémica del Municipio de Guayaquil
Fabricio Valverde es el autor de esta obra, denominada Raíces de Luz Eterna.
Luego de las esculturas del niño betunero que le lustró los zapatos a Jaime Nebot, el Cristo de bronce adornando un barrio marginal y las manos gigantes de más de medio millón de dólares de la avenida de Las Américas, llega una escultura que es parte del conjunto de obras 'Raíces de Luz Eterna', que levanta la polémica en el contexto de la pandemia, aunque tiene un significado completamente diferente.
Se trata, según el Municipio, de un piso de vidrio que protege un relieve escultórico de figuras humanas en movimiento entrelazadas y aferradas a las raíces de un árbol, el cual Fabricio Valverde, el artista, lo develó, y plantó un árbol como "símbolo de renacimiento de los guayaquileños".
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Leer más“Esta es una obra artística muy hermosa, en donde se refleja el nuevo renacimiento de los guayaquileños, la escultura está sostenida y entrelazada por hombres y mujeres de todas las edades, y simboliza todo lo que somos, recordándonos que somos fuertes y que nos levantamos de momentos difíciles”, exaltó la alcaldesa Cynthia Viteri durante el recorrido.
Esta imagen causó furia entre las personas que perdieron a sus familiares y las familias que aún no los pueden enterrar. "Es el reflejo de cómo se comportó el Gobierno durante la Pandemia en Guayaquil. Es deplorable. Si no significa eso, pues, entonces es un mal momento para una obra así", describe José. Su padre es uno de los caídos por COVID-19 y aún no ha sido encontrado su cuerpo, como el de otro centenar de fallecidos. Prefiere obviar su apellido por temor a represalias.
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Leer más"El mensaje real"
La obra está ubicada en un tramo de la calle Rumichaca, corazón comercial de la ciudad, y está formada por un conjunto de obras de arte que contempla pintura, cerámica, escultura y luminotecnia, "con un mensaje claro de convivencia con el medio ambiente y la ciudad", describe el Cabildo en su comunicado.
Viteri recorrió los 200 metros lineales de acera, que van desde la Nueve de Octubre hasta la calle Luque, escenario de las 13 piezas artísticas, que incluyen detalles a nivel del piso.
Las obras fueron concebidas con el objetivo de recuperar el movimiento económico de la zona marcada por la calle Rumichaca que, por tradición, ha sido un punto de alta generación comercial, señaló el economista Xavier Álvarez, gerente general de la Fundación Siglo XXI.
No pegan una, verdad? pic.twitter.com/4ykXOjctQ1
— Omar Jaén Lynch (@Kelme_boy) July 24, 2020
Las críticas y el autor
En el perfil de Facebook del Cabildo, Stefi Thalia Demera resaltó lo que dijo el deudo consultado sobre la obra. "Mal momento para este tipo de obra. Con un pueblo sumido en la desgracia ". Igual reaccionó Miguel Antonio Bustamante. "¿Qué se supone que representa esa imagen? Personas en el suelo siendo pisoteadas (...)?
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Leer másPara Jonathan García, el mensaje es tácito. "Caminar sobre los muertos, típico de los socialcristianos. El sueño de León aún perdura (...)".
En el perfil de Instagram, en cambio, las reacciones son positivas. "Es arte, depende de los ojos que lo vean", comentaba la usuaria @negritaclj.
El proyecto representa al hombre y mujer de Guayaquil y su arraigo a la tierra que con su trabajo se convierten en semilla de un árbol que renace en cada generación.
Para el autor, Fabricio Valverde, esta imagen representa el pasado de nuestra ciudad, sus habitantes, sus familias, que siendo emprendedores, obreros, empleados, han forjado su vida y sus sueños en este lugar; representa a Guayaquil, sus raíces entrelazadas por las costumbres, la raza y el idioma. Pese a aquello, retiró la obra de su perfil de Instagram.
A esa misma obra pertenece una pieza de “street art” que interviene artísticamente en un paso cebra y presenta un paso colgante de madera típico de la costa, donde, en solitario, cruza una iguana. Esta alegoría pretende mostrar claramente una advertencia de que si no cuidamos nuestra naturaleza, el planeta quedará vacío de personas.