Artista, una profesión desatendida

No son muchos; pero, aun así, los espacios donde pueden desarrollarse son pocos. A pesar de tener en sus carreras toda una malla curricular que los capacita para ejercer una variedad de cargos, la mayoría de los recién graduados en Literatura, Artes Escénicas y otras disciplinas artísticas, en Guayaquil, solo ejerce la docencia; y otros, en menor cuantía, logran poner en práctica su arte.

Carlos Aragundi es graduado de Artes Escénicas de la Universidad Casa Grande y cuenta que no todas las personas que estudian actuación trabajan de su profesión. “Diría que la mitad o hasta menos, siguen dedicándose al oficio de las artes escénicas. El número es bastante reducido, a algunos les toca tener emprendimientos en redes sociales o vender cosas. Están en cuestiones de gastronomía debido a que no existen espacios en la ciudad para desarrollarse. Otros se dedican a la docencia en escuelas o colegios, donde encuentran una alternativa”.

La directora de la carrera de Artes Escénicas de esta universidad, Diana Pacheco, concuerda con él. De los 81 alumnos que se han graduado, desde el 2015, “hay dos grandes áreas de trabajo. Por un lado, en el campo de la producción artística donde, en su rama más comercial, se encuentran las Industrias Culturales vinculadas al teatro o la actuación; y, por el otro, la educación. Algunos artistas escénicos trabajan como profesores de teatro en colegios, academias y cursos en línea”.

En la Universidad Católica Santiago de Guayaquil, de 2018 a 2021, solo siete estudiantes se han graduado en Literatura, afirma Elsa Cortés, coordinadora de esta carrera.

“Varios de estos estudiantes terminan cayendo en espacios creativos, hemos visto escritores, críticos, editores a lo largo de los años. Sin embargo, son pocos. Aún no se tiene un estudio sobre a dónde se dirigen los graduados al finalizar su licenciatura, pero la mayoría está en la docencia”.

Las instituciones educativas son los lugares más comunes, donde pueden ejercer su profesión los recién graduados en artes, en especial la literatura. Fabiana Trujillo tiene una licenciatura en Comunicación Social con mención en Literatura, además de una maestría en guiones y producción de TV que realizó en el exterior, y ahora se encuentra dando clases en un colegio.

“Cuando obtuve mi licenciatura se me presentó solo oportunidades en la docencia. Aun con la maestría sigue solo abierta esta posibilidad. Como escritora tuve pocos espacios para desarrollarme”, puntualiza.

Cortés dice que uno de los problemas para que la salida profesional solo sea la educación es la falta de mejores políticas culturales.

“Estas hacen que las artes se inserten en espacios laborales, en programas como alternativas de trabajo o tengan más acogida ciudadana a través de festivales y de diferentes proyectos”, explica.

Se lamenta que en Ecuador hayan pocos festivales y convocatorias a fondos concursables para proyectos. “Los que crea el Ministerio de Patrimonio y Cultura, una o dos veces al año, a través del Instituto de Fomento para la Creatividad e Innovación (IFCI), y en Guayaquil no hay casi nada”.

En una anterior entrevista con EXPRESO, María Alejandra Zambrano, directora de la carrera de Literatura de la Universidad de las Artes, mencionó que la danza, el teatro, la literatura, podrían ser las materias más olvidadas porque, según añadió, “no son una prioridad en ningún plan de Gobierno a nivel latinoamericano. Tal vez en otros países hay desarrollo de proyectos mayores financiados, pero en Ecuador todavía no”.

En agosto pasado, el Gobierno Nacional, a través del IFIC, creó el proyecto ‘Teatro del Barrio’, que fue presentado por el presidente Guillermo Lasso. El mandatario reconoció que las actividades culturales pueden ser muy rentables y que representa un ingreso para muchos artistas. La iniciativa, con un fondo de 1, 2 millones de dólares, va desde la suma de $ 5.000 para alrededor de 150 proyectos comunitarios, en las 24 provincias.

El Instituto Latinoamericano de Investigación en Artes, en su Observatorio de Políticas y Economía de la Cultura, realizó un estudio a nivel nacional sobre la realidad de los artistas en el 2020, donde se arrojaron las siguientes cifras: el 51,48 % de los artistas se dedica a la creación como actividad principal, la mayoría tiene ya en el medio alrededor de 17 años de experiencia, el 12,09 % de los encuestados trabaja como docente investigador.

Además, un 31,33 % de los artistas en diversos oficios percibe una remuneración de 400 a 750 dólares mensuales. Un 22,09 % tiene un ingreso menor a $ 250. La mayoría de los artistas dedica menos de 32 horas a su profesión y un 70 % por falta de trabajo o proyectos, tiene que mantener dos empleos.

Según esta investigación, en las tres universidades no hay un estudio completo sobre la salida profesional que han tenido la mayor parte de sus estudiantes luego de graduarse.

• Graduados en números

Según datos oficiales, en la Universidad Casa Grande se han graduado alrededor de 81 estudiantes de Artes Escénicas, desde 2015; mientras que en la Universidad Católica Santiago de Guayaquil solo han tenido 7 graduados en la carrera de Literatura, desde 2018.

Un total de 405 graduados tiene la UArtes, desde 2019, que corresponden a las carreras de Artes musicales y visuales, Cine, entre otras.