La captura de sospechoso no logra calmar la preocupación e indignación en Santa Elena
La ciudadanía se siente ignorada, sobre todo en Salinas donde las quejas por el "abandono de los barrios" son múltiples
La madrugada de este miércoles 11 de diciembre, en el cantón La Libertad en la provincia de Santa Elena, la Policía detuvo a un sujeto sospechoso de haber participado en el asesinato del cabo primero Noel Benítez Delgado.
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Leer másLa detención se produjo durante un operativo policial que incluyó allanamientos en varias viviendas de la ciudad. Durante la aprehensión se logró recuperar dos vehículos reportados como robados, los cuales habrían sido utilizados en actividades ilícitas.
El coronel Jorge Hadatty, jefe del comando provincial de Santa Elena, calificó la captura del individuo como un avance significativo en la investigación del crimen. “Las investigaciones para esclarecer las motivaciones del asesinato y capturar a otros implicados continúan en curso”, manifestó el oficial.
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El cabo primero Noel Benítez Delgado fue acribillado la tarde del pasado 7 de diciembre mientras se encontraba sentado en las afueras de un local comercial en el mercado central de La Libertad. El policía, quien laboraba en el servicio urbano, estaba en su día de descanso cuando ocurrió el ataque.
Otros arrestos por delitos diversos
En operativos paralelos, el coronel Hadatty informó sobre la detención de otras nueve personas relacionadas con diversos delitos. A los capturados se les decomisaron armas de fuego y municiones, lo que evidencia su vinculación con actividades delictivas, dijo la Policía.
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Menores de edad, entre los detenidos
El jefe policial lamentó que entre los detenidos se encuentren cuatro menores de edad. “Las bandas criminales reclutan a estos chicos porque saben que, por su condición de adolescentes, enfrentan medidas alternativas a la prisión”, explicó.
Estos arrestos forman parte de los esfuerzos del bloque de seguridad que opera en la Península, con el objetivo -dijo la autoridad- de combatir el crimen organizado y garantizar la tranquilidad en la región, afectada por un aumento en la violencia y las actividades ilícitas.
La ciudadanía, inconforme
Para la ciudadanía, sin embargo, las acciones que ejecuta la Policía quedan resumidas en nada, teniendo en cuenta que no hay barrio de Santa Elena, Salinas y La Libertad afectado por la delincuencia.
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Leer más"Los consumidores de drogas están aniquilando los barrios y no hay autoridad alguna, ni policía, ni alcaldes, o, peor aún, concejales, que velen por la seguridad local. En La Libertad y Salinas hay vecindarios que podrían ser hasta turísticos que lo han perdido todo, pero a nadie le importa. En Salinas, Costa de Oro, La Milina, Las Conchas han sido apenas algunos de los barrios que han sido despojados de todo. Los consumidores han convertido hogares de familias en nichos para consumir y hasta vender drogas. A nadie le importa nada. Las autoridades son indolentes con lo que ven y pasa. Las familias, la gente que posiblemente votó por ellos, se están quedando sin nada; pero a nadie le importa —señaló Sonia Garzón, residente de Costa de Oro, en Salinas; uno de los vecindarios donde la mayoría de residencias, cuyos dueños habitan en Guayaquil o Cuenca, han sido violentadas por los consumidores.
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"Yo quisiera ver a un solo concejal recorriendo este vecindario (Costa de Oro), pero eso sería nada más que un espejismo. A los concejales no les importamos. Les vale ponerse a pensar en sacar una ordenanza que proteja a los barrios y sentencie incluso con cárcel a quienes invaden las viviendas y las destruyen. Eso de que quien consume es enfermo, puede ser una realidad; pero también es real que están enfermando a las familias que son testigos de cómo sus bienes, por los que han luchado toda su vida, se han desvanecido en un abrir y cerrar de ojos. No hay derecho", piensa Gina Zevallos, una de las propietarias de una vivienda, que pese a colocar seguridad, contratar personal y guardianía por horas, tener monitoreada su vivienda a través de plataformas digitales y en tiempo real, ha visto caer en pedazos su hogar.
Los consumidores de droga se han llevado de todo. Ni los techos de su hogar le dejaron. "La Policía, a quien he llamado una serie de veces a través del ECU 911, nunca han llegado a tiempo. Jamás. Y desde Guayaquil me ha tocado 'volar' en las madrugadas para intentar salvar algo. Y cuando he llegado, que lo he hecho antes que la misma policía, he visto solo los destrozos que me han hecho", denuncia la residente que confiesa sentir abandono por parte de todas las autoridades de la provincia.
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