La atención psicológica por las pérdidas aumenta en Navidad
La inseguridad ha sido el detonante. Hay quienes van para hallar consuelo a su duelo o a la crisis que enfrentan a causa de las extorsiones
“El dolor que pienso que sentiré en Nochebuena es demasiado grande porque siento un pesar intenso con el que no sé cómo lidiar”, son las palabras de Magdalena Espinoza, quien asiste a terapia psicológica luego de perder a su esposo en septiembre pasado. Las fiestas de Navidad y Fin de Año, a decir de los especialistas en salud mental consultados por EXPRESO, aumenta las atenciones en las últimas semanas de diciembre, y, de hecho, en comparación a 2022 se espera un crecimiento, debido a la violencia que se ha vivido este año en Guayaquil.
Las novenas siguen vigentes, algunas desde la virtualidad
Leer másPara Camila Santiesteban, guayaquileña, este será un año difícil para celebrar como antes. Perdió a su padre a causa de una enfermedad y, hace cinco meses, perdió también su negocio, luego de ser extorsionada.
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“Yo he podido lidiar con la pérdida de mi padre, a quien amo con locura y extraño cada día más. Acepté que se fue cuando vi que él aceptó su cáncer. Estoy en paz con eso, pero de lo que no me puedo reponer es de las amenazas que tuve. Perdí mi negocio. Pero más allá de lo económico, tengo un dolor y pánico que no me dejan estar bien. Siento terror, tomo pastillas y no puedo estar aún fuera de casa. Este año siento que no seré una buena compañía y amo la Navidad. Estoy en terapia desde hace un mes, pero no me siento preparada”, asegura.
Alberto Arias, psicólogo clínico de una clínica privada de la ciudad, asegura que ya en la última semana de noviembre la consulta privada por temas ligados a las fiestas empezó a incrementarse. “La razón apuntaba a no querer ir a celebrar por no tener que salir de casa por miedo a la inseguridad. Evidentemente lo que estamos experimentando es un miedo colectivo. Quienes han sido víctimas de delitos lo sienten más y por ello se han hecho atender, a fin de pasar una Nochebuena de la manera más tranquila posible, pero en compañía, que es lo que recomienda”, afirma el especialista, quien asegura que teniendo en cuenta también la inseguridad de la ciudad, hay quienes han modificado sus tradiciones.
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Navidad se disfruta desde el paladar
Leer másAquel que optaba por celebrar en un hotel, no lo hará, para no tener que conducir en la madrugada de regreso a casa. “Asimismo, hay quienes optarán por dormir en la casa del familiar donde se lleve a cabo la cena, si el lazo familiar es muy cercano. Hay precaución y está bien. Y por otro, como han dicho los niños de los afectados, se experimentará una especie de pijamada. Lo que suena divertido y sano”, alega.
Luiggi Sáenz de Viteri, psicólogo y terapista familiar, asimismo ya tiene en consulta a varios pacientes que han pedido cita en busca de bienestar personal. “Navidad puede generar ansiedad por muchas razones, entre ellas los problemas familiares que incluyen el duelo y las pérdidas económicas. Esto puede representar un reto adicional para los jóvenes y personas que tienen círculos sociales reducidos”, alega.
Una de las formas de llevar la pérdida es recordar a nuestros seres queridos no tan solo en las fiestas sino en los espacios disponibles de encuentro familiar.
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Sáenz de Viteri recomienda, para las fiestas, que las familias se comuniquen abiertamente sobre este tema y que se planifique momentos acorde a la necesidad. “Hacerlos entretenidos puede sumar una sensación de bienestar. En esta época y en estos casos será vital no estar solo, sino tener un apoyo social. Hablar de la pérdida puede llevar a reconocer que lo que se siente no es individual y que la familia comparte las mismas emociones”, enfatiza.
Mercy Litardo, docente de un colegio particular, perdió a su hijo de manera abrupta por antisociales en octubre. La tristeza que le ha generado este suceso ha provocado que se refugie en sus compañeros de trabajo y personas cercanas, “pero el dolor está allí”. “No es fácil perder a alguien y de una manera repentina. No es fácil aceptar que alguien se marcha debido a que personas malas no tuvieron compasión de él ni de su familia. Ahora estoy aquí, buscando llenarme con los recuerdos y buscando ayuda psicológica y psiquiátrica para pasar las fiestas”, manifiesta.
He perdido a mi hermana, a la persona que estaba conmigo, y recienteme a mi hijo. Tengo un dolor muy fuerte que ha provocado que busque un profesional.
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Leer másPara Steven Jara, psicólogo clínico, y Deborah Adum, máster en psicología, diciembre es una fecha difícil, puesto que se incrementan los sentimientos negativos como la melancolía. Por eso urge, advierte, pasar acompañado y conmemorar, si lo que se atraviesa es un duelo, a la persona que ya no está a través de los recuerdos positivos y experiencias vividas.
“Servir un plato de comida extra, poner un puesto en la mesa o comprar un regalo para el fallecido, sin embargo, invitaría a no hacerlo. Vivir un duelo de manera sana es aceptar la pérdida, recordar los buenos momentos y verbalizar que nos duele y que quisiéramos que esté”, señaló Adum.
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