El atolladero diario y sin solución a la vista en una calle del norte de Guayaquil
Las infracciones sobran en una arteria que colinda con la Orellana. La presencia de agentes, según denuncia la ciudadanía, es nula en el sitio
Quienes circulan a diario por la calle José Luis Tamayo, en el tramo que va de la Guillermo Cubillo a la avenida Francisco de Orellana, están hartos de tener que lidiar con los atascos que se forman cada noche, pasadas las 18:00.
El tormento vial de la Orellana se replica a lo largo de la calle Machala
Leer másAseguran que son contados los conductores que respetan las señales. La mayoría, debido a la falta de cámaras de videovigilancia y sobre todo de agentes de tránsito, circunvalan en sitios indebidos, se pasan la luz roja y hasta atraviesan la avenida por los parterres, lo que da cabida a que el congestionamiento se forme en todos los rincones de la zona.
Laura Carvajal, quien habita en la ciudadela Guayacanes y toma a diario esta ruta para ir a su casa, puesto que tiene un negocio en la arteria conflictiva, denuncia que se demora 30 minutos en recorrer solo 800 metros. “Es como si me fuera al centro de Guayaquil o al mismo peaje en un horario regular. Me pone mal tener que lidiar con esto cada día, es un infierno. Y no hay nadie que te guíe o sancione a los infractores, que son muchísimos”, alerta.
Solo si a los infractores se les toca el bolsillo, las sanciones desaparecerán y la calma volverá a esta ruta que se ha vuelto caótica. Desplazarse por aquí implica llenarte de ira, ya ninguna vía se salva de los congestionamientos en Guayaquil.
A veces prefiero movilizarme por la avenida Francisco de Orellana, que es de por sí horrorosa, que por la José Luis Tamayo. Esta, hasta hace un par de años, era una ruta de escape. Ahora todo se ha vuelto un caos. Y es que hay señalética, pero pocos la respetan.
EXPRESO estuvo en el lugar y constató que hasta los vendedores informales que pululan en el sitio, además de los peatones, tienen que caminar pegados a las paredes de los locales, ya que algunas tricimotos ocupan las aceras para ganar tiempo.
“Un bacheo no basta para reparar las calles del sur”
Leer más“Aquí los accidentes no son ajenos ni una excepción. Son recurrentes y cada vez más graves”, lamenta Valentina Torbay, residente de la urbanización Álamos Norte, aledaña al sector.
Frente a esta situación, la comunidad exige a la ATM que su personal se instale en el sitio para hacer cumplir la ley. "Rara, rarísima vez los ves aquí. Esta es una arteria que te conecto con la Alborada, Guayacanes, Samanes, Colinas de la Alborada, El Cóndor, Álamos Norte; aquí hay decenas de negocios, viven familias, entonces sí, urge de la presencia de los agentes. Las calles además son angostas. Necesitamos que se sancione a los infractores sí o sí para parar un poco esta problemática", sentenció Alonso Luque, quien habita en Samanes, pero trabaja en la Francisco de Orellana, a escasos metros de la José Luis Tamayo.