“La Aurora quiere convivir al aire libre y sin tanto concreto”
Habitantes de esta parroquia de Daule tienen una lista de prioridades para las nuevas autoridades. Señalan sus necesidades en una encuesta de EXPRESO
La Aurora sigue creciendo. Cada día más casas y plazas comerciales se levantan en esta parroquia urbana de Daule. Pero el pedido ciudadano no solo apunta a opciones para comprar más cerca sus alimentos. Más áreas verdes, menos polvo proveniente de las canteras, más control del tráfico, unos esteros limpios y calles sin huecos son apenas algunas de las urgencias que los votantes enumeraron en una encuesta lanzada en las redes oficiales de EXPRESO.
El hedor en La Aurora impide a los residentes vivir en paz
Leer másEn ella, el 45,5 % de los lectores que contestaron la pregunta dijeron no querer vivir más en un atolladero; otro 31,7 % hizo énfasis en la necesidad de vivir con sombra; y el resto del porcentaje puso como prioridad tener un malecón que mire al río y espacios para divertirse. A continuación, el detalle de esas necesidades y las razones por las que exigen a quien resulte electo como alcalde en las próximas elecciones seccionales, que no deje pasar un día para ejecutarlas.
- Tráfico
1.El problema de nunca acabar. Para la comunidad, pese a haberse levantado un puente que los conecta con Guayaquil, una obra que ellos mismos siguen pagando, los atascos no han cesado.
Para Daniel Herrera, Daniel Soria y Fernando González, quienes habitan en el sector, urge que las nuevos funcionarios tomen en cuenta “de verdad” este problema.
“Ya sea ingresando por el puente o transitado por la avenida León Febres Cordero, nuestra arteria principal, vivimos lo mismo. Nadie resuelve nada. No hay planificación, no lo entiendo”, se queja Herrera, al coincidir con los otros dos residentes en que se necesitan más vías alternas. Y más que eso, una solución frente al hecho de que vehículos pesados, como camiones y tráileres, se desplacen por la arteria principal.
Salgo cansado del trabajo, solo para encontrarme con el insufrible tráfico que se vive a diario en la avenida León Febres Cordero. Necesitamos alguna solución vial.
“Antes éramos una perimetral, ahora hay urbanizaciones por doquier. Somos zona urbana. Si tantos permisos se han emitido, entonces asumo que deben tener ya la solución. ¿O será que son la copia de Samborondón y Guayaquil, donde la palabra planificación no es más que un adorno? En el mismo redondel que conecta a la vía a Salitre con La Puntilla, donde hay como 10 complejos habitacionales, todo es caótico. Que la culpa es de la Prefectura, que ya arreglará, que el Municipio está viendo cómo ayuda... Todas esas son promesas que no sirven de nada. Lo que queremos es acción”, alerta Danna Romero, habitante de Cataluña.
La Aurora ha quedado inundada otra vez para el invierno
Leer más- Calles pavimentadas.
2. Que no haya más tierra en las vías y que tampoco tengan huecos es otra necesidad ligada al punto anterior. Solo en la cabecera parroquial, en el “pueblito” de La Aurora, como lo llaman los propios residentes, las vías en invierno se vuelven intransitables porque se convierten en una ruta prácticamente de lodo. El caso más grave se presenta en la calle Carlos Mara y la avenida 18 de Agosto. La queja en este tramo se intensifica porque además no hay postes de iluminación ni veredas. “Aquí uno camina como puede”, dice la gente.
En la León Febres Cordero hay tramos que, de igual forma, tienen un hoyo tras otro. “Por eso exijo al nuevo alcalde, quien sea que gane, y a sus concejales, que aquí pasan desapercibidos, que nos atiendan. Si ellos pasan por la misma ruta, ¿por qué les importa tan poco? Involúcrense con su gente. Quiero caminar y desplazarme seguro. La Aurora quiere vivir, convivir al aire libre y sin tanto concreto”, denuncia el ciudadano Óliver Vera.
- Seguridad
3.Al unísono, tal como pasa en el Puerto Principal, la ciudadanía clama por seguridad. Quieren caminar sin miedo, comer sin miedo, ejercitarse sin mirar hacia atrás hasta el cansancio.
“Somos más de 160.000 habitantes los que vivimos solo en La Aurora y tenemos apenas una UPC. Ahora, en campaña, muchos han dicho que construirán más, que harán convenios con el Gobierno, que habrá cámaras y mucho más. Pero esto va más allá. Constrúyanlas, sí; pero a la par trabajen de la mano de los alcaldes de Samborondón, Durán y Guayaquil. Todos experimentamos el mismo martirio, las mismas muertas. Dejen el egoísmo a un lado, trabajen por la unidad. Aquí lo que hace falta es un trabajo integral”, sentencia Valeria Caicedo, habitante de Villa Club, que exige además que se invierta en obras públicas que faciliten la convivencia.
“Si nadie hace nada, la paz que tenemos será solo un recuerdo”
Leer másEn este punto, Leonela Carpio, del mismo sector, plantea tener espacios libres (pero en buen estado) para caminar. Quiere un ducto cajón sobre la zanja que colinda con las ciudadelas y que sobre estas se construya una especie de parque lineal. “Todo está a oscuras. Hay uno que otro parque público, pero por la falta de iluminación y maleza crecida, más parece que entráramos al parque del terror. Así, ¿quién se atreve a salir de casa? Es lamentable”.
Necesitamos espacios seguros. Como madre exijo que se nos dé esa certeza de que podemos sacar a nuestros niños sin el miedo de volvernos víctimas del crimen.
Para Andrea Pérez, quien vive en La Joya, ahora ni las urbanizaciones son seguras. “Muchas familias se mudaron acá para estar a salvo, pero ni las garitas nos protegen. Los concejales deben trabajar con los vecindarios, con los comités. Si no hay eso, el delito se irá agudizando”, sostiene.
- Recreación
4.Pocos son los espacios para salir de la burbuja residencial a la que han tenido que acostumbrarse los dauleños por la falta de espacios de recreación al aire libre.
“Comer y comprar comida: esas son las pocas actividades que se hacen en los centros comerciales. Necesitamos espacios de recreación para toda la familia sin la necesidad de gastar un dineral para una simple salida por el sector. Al menos por elecciones prometan que harán un parque y cumplan, porque los pocos que hay son solo para niños y no para disfrutar con amigos, familia o tu pareja”, analiza Sebastián Moscoso.
Milton Carreño, habitante de Plaza Madeira, expresa que el tener espacios seguros para hacer ciclismo o pasear con las mascotas es otra necesidad. A esto se suma el requerimiento de tener espacios de distracción nocturna. “No hay discotecas, no hay arte. No quiero tener que ir a Guayaquil para entretenerme. Todas esas opciones las quiero aquí”, pide José Flores, de Villa del Rey.