Catedral de Guayaquil
Arte. El trabajo del escultor italiano Soro Lenti se observa en los detalles internos de la catedral.Cortesía.

El Balcón de la Anunciación: Una obra de fe y arte en La Catedral de Guayaquil

El Balcón de la Anunciación se aperturará el 25 de marzo por la celebración del jubileo de la esperanza

En el corazón de Guayaquil, la Catedral, con su majestuosa estructura, alberga una obra única: un balcón veneciano, considerado el más hermoso de la ciudad. Este balcón, con su mezcla de estilos gótico francés y bizantino, no solo es un detalle arquitectónico impresionante, sino que también es testimonio de una dedicación profunda al arte y a la fe. Su historia está vinculada al escultor italiano Emilio Soro Lenti, un hombre cuya huella artística en Guayaquil es imborrable. Fue él quien fundó el Taller Soro, y su obra incluye la ornamentación de la catedral y la icónica imagen de Cristo Rey que corona la cúpula de la iglesia.

El balcón, anteriormente conocido simplemente como el "balcón veneciano" o "balcón encima del coro", ha sido restaurado recientemente gracias a una colaboración entre la catedral y la Prefectura del Guayas. En esta restauración, se dio un paso significativo: el balcón pasó a ser conocido oficialmente como el Balcón de la Anunciación, un nombre que invita a una profunda reflexión sobre la fe cristiana.

La iniciativa de este cambio de nombre y restauración surgió del deseo de los líderes de la catedral de dar a este espacio un significado más espiritual. Para ello, se unieron arquitectos y escultores, como el arquitecto David Aguad, y el escultor José Cueva del Taller Soro. Juntos, trabajan para transformar este balcón en una representación artística de la Anunciación, un momento sublime de la religión cristiana.

Un viaje a Nazaret: El proyecto de la Anunciación

El diseño conceptual del proyecto propone una escena que transporta a los visitantes a Nazaret, un espacio sagrado donde el Arcángel Gabriel, con sus alas extendidas, se presenta ante María, la Madre de Jesús. El Arcángel se posicionará de forma única, con un pie sobre la baranda del balcón, mientras su mirada se dirige hacia la casa de María, donde la Virgen se encontrará realizando sus labores cotidianas. Este hermoso encuentro entre lo divino y lo humano será reflejado en la escultura. 

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María, representada dentro de su casa, levantará la mirada al visitante, mientras contempla con serenidad al mensajero celestial. En el fondo del balcón, la casa de María, rodeada de vegetación y elementos de la época, dará la bienvenida a todos los que se acercan a contemplar esta obra de arte religiosa.

El objetivo es que el Balcón de la Anunciación esté completamente terminado para el 25 de marzo de 2025, coincidiendo con el jubileo de la esperanza. Para lograrlo, se ha lanzado un llamado a la colaboración de todos los feligreses y amigos de la catedral, invitándolos a aportar con sus donaciones, ya sea a través de transferencias bancarias o directamente en la catedral.

Testimonio de un feligrés católico: La importancia del proyecto

Juan Carlos Rodríguez, un feligrés que asiste regularmente a la catedral, expresa su emoción por este proyecto: "Este balcón tendrá un significado muy especial para todos los guayaquileños. No solo es una joya arquitectónica, sino también un espacio donde podemos vivir nuestra fe de manera profunda". 

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