El barrio anhela volver a ser barrio este 2023
Para este nuevo año quieren que no haya más retrasos en las obras municipales y que la indiferencia municipal desaparezca. Quieren sombra y espacios para crear comunidad
Los guayaquileños coinciden en que para este 2023 lo único que anhelan es hacer un borrón y cuenta nueva. Quieren que las obras públicas que se están haciendo (y que, en algunos casos, están retrasadas) aceleren su ritmo, y que en este nuevo año este tipo de falencias, que ha sido común en prácticamente todos los trabajos municipales, no vuelvan más a cometerse. Quieren sombra y espacios para el peatón, así como árboles que cubran con sus hojas los vecindarios. Anhelan que los adultos mayores sean tomados en cuenta...
Una iniciativa que apunta a recobrar la identidad del río
Leer másAl unísono exigen que no haya más indiferencia municipal a los problemas que afectan sus vecindarios y que, en conjunto, restan puntos a la meta de que Guayaquil pueda algún día ser una ciudad amigable y, más que eso, habitable.
“Para este 2023 quiero ese centro vivo, que es la razón por la que ustedes como EXPRESO lanzaron el año pasado un concurso que está en proceso. Quiero ver familias caminando hasta largas horas de la noche; comercio en las madrugadas; clientes que van y vienen y aplanan esas calles; pero lo mismo anhelo para ciudadelas que antes tenían ese tipo de vida y ahora permanecen desoladas, como es el caso de Urdesa y del barrio Centenario. Sueño con una ciudad donde retumbe la vida comunitaria”, explica la residente de la ciudadela Alborada, Daisy Vélez, quien por alrededor de 20 años habitó en ese vecindario del sur de la ciudad.
#RescatemosElCentro | EXPRESO dialoga con Roberto Fernández, promotor inmobiliario y máster en Smart City Management, sobre los proyectos que lograrían que el centro de Guayaquil sea un imán para las familias.
— Diario Expreso (@Expresoec) October 31, 2022
Los detalles:
“Allá tengo a mis padres, por eso siempre los visito. Pero de aquel Centenario del ayer no queda nada. Por eso mi anhelo es que para este 2023 empiece a cambiarle el rostro, y lo haga desde hoy a través de proyectos que incluyan dotar de un gran parque al sector, con juegos para niños y máquinas para adultos”, piensa.
Una idea similar tienen los habitantes de Mucho Lote 2, que fantasean con que los parterres de la avenida Narcisa de Jesús no sean más un espacio árido. Quieren un corredor verde y un malecón que se extienda por todas las ciudadelas que miran al río y que este aglomere a todas las familias.
“Me gustaría que se construya una estructura gigante que tenga muelles y que permita movilizarnos internamente. Solo así podríamos aplacar el incesante tráfico que soportamos a diario”, alega Denisse Ruiz, quien habita en el vecindario, y hace un llamado a que la nueva autoridad que ocupe el Sillón de Olmedo sea “más consciente”.
Sufrimos los efectos del descuido municipal, los retornos son un desastre. Mi deseo apunta a la movilidad, a tener retornos cada 2 kilómetros, que faciliten la circulación.
Lo único que anhelo es tener a mi ciudadela libre. Libre de riesgos, libre de malos olores, libre de aguas que inunden nuestras casas. Libre de daños que genera la falta de obras.
Quiero a Urdesa caminable; con veredas y rampas que nos permitan movilizarnos. Quiero ese vecindario que fuimos, que fue ejemplo, que tenía orden y áreas verdes cuidadas.
Habitante de Urdesa: “Con Cynthia Viteri he perdido hasta la dignidad”
Leer másLa seguridad, que ha sido la queja y preocupación de todo este año, está incluida en la lista de deseos de los vecindarios. “Todos los ecuatorianos pensamos, creemos y solicitamos hace mucho tiempo cambios en la Constitución, porque si no para qué mencionar todo esto. De nada vale que se instalen alarmas o cámaras que lo único que hacen es registrar el delito, que en el 98 % de los casos queda en el olvido y no tiene solución. Así funciona la justicia en el país y mi aspiración es que eso cambie. Queremos trabajar de la mano de la Gobernación del Guayas, como se prometió este año; queremos ser consejos barriales activos, vigilantes. Deseo que la Policía esté armada, que haya en la ciudad los suficientes equipos y UPC con los que puedan combatir. Queremos que la seguridad sea una prioridad”, sentencia la líder de la ciudadela 9 de Octubre, Ivonne Pinzón, quien como Nadia Gallardo, de Álamos Norte, ansía vivir en libertad.
Quiero que las promesas de 2022 se hagan realidad este año. Que los consejos barriales, junto a la Gobernación, trabajemos por la seguridad que tanta falta nos hace.
“Ya no quiero rejas. Ni una sola más. No sé si en este 2023 podamos mandar abajo todas, si la realidad que enfrentamos es otra; pero al menos podemos empezar a luchar por derribarlas. Sueño también con que nuestras áreas verdes sean como las del barrio Orellana, quiero tener un cielo verde”, argumenta.
Los barrios de Guayaquil demandan mayor atención a sus veredas, vías y exigen más rondas policiales
Leer másNo obstante, en ese vecindario, uno de los emblemáticos de Guayaquil, los residentes piden atención. Saben que sus áreas verdes son admiradas por muchos, están al tanto de que los urbanistas aplauden que haya un rincón aún con sombra natural, pero dejan claro que la atención municipal es nula. “¿De qué sirve todo si no hay poda y hay hasta jardineras rotas. Si somos ejemplo para muchos, que llegue la atención. Ese es nuestro anhelo para este año que inicia hoy. No queremos que por el descuido municipal, como ya pasa en otros barrios, nuestros árboles y sus ramas sirvan de escondite de antisociales”, sentencia el residente Marcelo Castillo.
Que Samanes recupere el reverdecer de su arbolado urbano, se reorganice el caos vehicular y se priorice el uso de suelo residencial es mi anhelo más grande.