El barrio de Durán donde la tierra tiembla sin hora fija
Los vecinos de la Abel Gilbert 3 están hartos de vivir junto a una perimetral. El paso de los carros pesados cuartea sus casas y genera ruido y polvo
En la ciudadela Abel Gilbert 3, en Durán, los vecinos ya no saben qué más hacer para evitar tener sobresaltos cada vez que un vehículo pesado pasa por las estrechas calles que la integran. Pasa todo el tiempo, se quejan. Desde hace más de una década.
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Leer más“Vivir aquí es como vivir en China, todo tiembla. Con el peso de los tráileres y los camiones, vivimos en constante movimiento. Además con permanente riesgo. Si no estamos bien parados en las aceras, hasta nos llevan con todo. Estas vías no están hechas para el peatón. Somos el único barrio del Gran Guayaquil que se levanta sobre una perimetral”, argumenta la residente Karla Valarezo, quien habita en este vecindario hace ya 15 años.
En la Abel Gilbert 3, que fue intervenida el año pasado, luego de que los habitantes denunciaran a EXPRESO estar hartos de desplazarse sobre vías minadas y en un barrio donde precisamente se encuentra la estación de la Aerovía, lo que podría servir de enganche, a juicio de muchos, para incrementar el turismo; las familias lamentan tener que comer entre nubes de polvo y hasta dormir escuchando frenazos y maquinaria que parecería estar arrastrando enormes cadenas o cajas.
Daniela Vélez, quien habita a escasos metros de la calle Costa Rica, cree que si las autoridades se preocuparan un poco más por este vecindario, incluso lo visitarían los ciudadanos que van y vienen en el sistema de transporte aerosuspendido. “Son pocos los clientes que en él se suben, quizás si nosotros tuviéramos algo más que ofrecerles aquí, lo harían con más ganas. Pero no tenemos más que bulla y huecos. Y es que, pese a que nuestras calles fueron intervenidas hace un poco más de seis meses, ya se empiezan a ver, otra vez, los daños”, se queja.
Llevamos años pidiendo atención, pero no hay respuesta. Queremos solución, vivir en armonía. Sin ruido ni polvo. Sin más miedo a que te atropellen. Necesitamos que nos miren.
EXPRESO hizo un recorrido por el lugar y constató cómo desfilaban, sin pausa, los vehículos pesados por los 800 metros de la calle que se encuentra entre el Malecón Abel Gilbert 3 y la calle Costa Rica, por donde no paran tampoco de sonar los bocinazos de estas unidades que van y vienen de las fábricas que se levantan en el entorno.
Me he cansado ya de barrer y reparar mi casa ante tanto movimiento que generan los camiones. No podemos vivir así, no es sano. Nos enfermamos, no podemos ni dormir.
“Las paredes de mi casa se han cuarteado ya infinidad de veces, ya no sé ni de dónde agarrarme. En la Abel Gilbert 3 pasamos brincando y brincando como en un concurso de saltos. Esto es un infierno”, se quejó Julia Duque; quien para atravesar los apenas cinco o seis metros que separan una acera de la otra, debió esperar a que pasen una retroexcavadora, dos tráileres y un camión cisterna.
Vivir o trabajar en este vecindario resulta agobiante ante la bulla y el polvo permanente. Aquí hay que gritar para que te escuchen, además que no es seguro caminar por las calles.
A Duque le preocupa que la Alcaldía de Durán no tome en serio la seguridad de sus ciudadanos. Más aún cuando, alerta el presidente del comité promejoras, José Vives, entre las 10.000 familias que en promedio habitan el barrio, decenas “por no decir cientos” son adultos mayores.
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Leer más“La Abel Gilbert 3 tiene 50 años de vida y a nuestra gente cada vez se le hace más difícil convivir con la bulla intolerable. Cuando la ciudadela se formó apenas había unas pocas industrias cerca, pasó el tiempo y estas se multiplicaron. Con ello, el tráfico se alteró. Y ojo, que aquí no estamos en contra de las empresas. Solo queremos que el Cabildo reorganice las calles. Hace seis años, estos monstruos de hierro que nos están matando pasaban por otras rutas. Pero cambiaron todo y sin planificación”, argumentó Vives; quien hace énfasis en la necesidad de que los tomen en cuenta porque, a causa del peso de las unidades, hasta las tuberías se rompen con frecuencia.
#Guayaquil: Los ruidos son tantos en la avenida Víctor Emilio Estrada, en Urdesa, que afecta hasta a quienes desean conversar en las mesas de los restaurantes. Por las quejas de los habitantes el Cabildo estudiará la bulla un mes. https://t.co/L4BZtPKuhJ
— Diario Expreso (@Expresoec) September 30, 2021
EXPRESO consultó al director municipal de Obras Públicas, Héctor Velasteguí, sobre la situación, pero aseguró que no era su competencia. Dijo que existe una ordenanza que prohíbe que los vehículos pesados puedan circular por esta ruta, y que el control estaba en manos de la Empresa Pública Municipal de Tránsito y Movilidad de Durán (EMOT). “Los conductores lo saben, pero hacen caso omiso”, señaló.
A través de un correo electrónico, este Diario solicitó una entrevista al director de la EMOT para saber qué tipo de controles se están haciendo, cuántas sanciones han emitido, y si han hecho estudios para saber cómo afecta el ruido a la salud de las familias, pero no hubo respuesta.
En la petición, además, se solicitó conocer cuál es la ruta por la que deben transitar los vehículos pesados. “Aquí nunca nos dicen nada porque jamás hay un solo vigilante. Por eso es que hay accidentes... El sinsabor eterno lo vivimos solo nosotros. Hay quemeimportismo, quemeimportismo incluso por parte del Cabildo que se lava las manos al asegurar que en la solución del problema ellos nada tienen que ver, cuando debería ser el ente regulador y sancionador”, sentenció Catalina Carpio; quien, como el resto, se ha hartado de tener que limpiar su vereda y hasta la calle aledaña a su domicilio para evitar que el polvo la asfixie.
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Leer másPara Vives y ante la quietud de las autoridades, urge que los concejales se apropien del problema. “Votamos por gente en la que confiamos y ahora nos están dando la espalda. Si nadie actúa, lo hecho en nuestra comunidad quedará anulado. Las tapas de las alcantarillas recién cambiadas, por las toneladas que soportan, ya están rotas. ¿Vendrán a cambiarlas de nuevo? ¿Gastarán más dinero? Actúen ya”, exhorta, mientras asegura que no permitirá más que, a causa del abandono, ni siquiera los niños puedan usar como deberían sus veredas, el espacio público.