Los barrios de Guayaquil hacen su lista de ‘regalos’ al Municipio
Comunidades piden atender sus necesidades. Exigen parques, arreglo de veredas, máquinas de ejercicio y rampas para facilitar la movilidad
No solo los más pequeños de casa hicieron una lista de los regalos con los que quisieron despertar esta Navidad, los líderes de los barrios guayaquileños quisieron replicar esta idea. Pero a diferencia de los menores, ellos se dirigieron a las autoridades para solicitar, al que denominaron el regalo más preciado, vida.
Municipio de Guayaquil vs. ciudadanos y las rejas: la confrontación continúa
Leer másEXPRESO conversó con los dirigentes de varios sectores y todos coincidieron en querer seguridad para vivir en comunidad, para no ser testigos de más delitos y para trabajar. “Si no hay protección, no tenemos absolutamente nada. Hoy vivimos entre rejas porque no hay otra salida, pero sueño con recuperar la vida de barrio de antes y en libertad. Por eso me dirijo al Gobierno y a la Alcaldía. Esta última, a la que le pedimos también otros ‘regalos’: obras públicas y atención”, señaló la residente de Álamos Norte, Noemí Escandón.
Parques limpios y regenerados, callejones vivos, iluminados, con murales; y vías que faciliten la inclusión y no traben la movilidad al peatón, encabezan la lista de anhelos de los guayaquileños.
Por las noches los parques son usados por consumidores, hay desorden y basura. Queremos vigilancia o que el parque quede cerrado al caer el sol.
En la ciudadela 9 de Octubre, ubicada en el sur de la ciudad, la líder barrial Ivonne Pinzón desvela que lo que añora su comunidad son árboles que les den sombra, máquinas de ejercicio en los parques y el cuidado de los mismos.
Muchos de los parques no son usados por el mal estado en que están. Reemplazar los juegos y colocar máquinas de ejercicio les daría una nueva vida.
Necesitamos con urgencia la regeneración de peatonales. No todas las calles se han intervenido y hay muchas aceras en mal estado.
“Quisiéramos poder ver en cada esquina un árbol, tener suficientes pulmones naturales, cosa que en todo Guayaquil y en el barrio hace falta, porque solo los acumulan en los parques o las avenidas principales”, comenta.
Pinzón asegura que parques como el ubicado detrás de la iglesia Montserrat y del colegio Baltasara Calderón de Rocafuerte están descuidados. “Para esta Navidad queremos el compromiso de que vamos a tener un vecindario verde, donde grandes y chicos puedan divertirse, hacer reuniones, convivir y donde, por supuesto, puedan estar seguros”, agrega.
La lucha contra la inseguridad une cada vez más a los dirigentes
Leer másChristian Holguín, morador de Sauces 8, sueña con algo similar. Él asegura que si bien la comunidad ha solicitado al Municipio darle mantenimiento a los juegos y máquinas geriátricas que hay en algunos de sus espacios verdes, el estado en el que se encuentran estos aleja a las familias.
“Hay tanta basura algunos días, que si no pisas una tarrina con restos de comida, pisas el ‘regalo’ de un perro o gato cuyo dueño no controla. Tener la posibilidad de convivir de verdad, de hacer amigos y tener vida de barrio será nuestro mejor regalo para todo el 2024”, argumenta.
En Los Ceibos, donde la inseguridad ha hecho de las suyas, como lo ha venido publicando este Diario, los habitantes piden al alcalde Aquiles Álvarez y a sus concejales pintar las áreas de recreación que se encuentran en mal estado. Un caso puntual es el parque ubicado en la calle Sexta y Séptima, cerca de la UPC. “Aunque nosotros cada dos semanas limpiemos los parques, hay espacios en los que no podemos meter mano, como en la zona de juegos”, asevera Renate Schenker, presidenta del comité barrial de Los Ceibos.
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Pero la dirigente agrega otro pedido, la permanencia del barrio. “Todos los vecinos queremos que el barrio siga siendo un barrio y no se expanda a una zona comercial. Queremos paz, no queremos vías amontonadas y llenas de ruido de carros ni música que altere esa manera de vivir. Aquí todos nos conocemos. En Los Ceibos se puede aún salir a caminar y conversar con tus vecinos. Eso está vigente y queremos, soñamos, con que eso siga así”, dice.
Ceibos pide que siga siendo una zona residencial y no comercial. No queremos vivir con las vías amontonadas y ruido constate de los comercios.
Hace poco se colocó semáforos en mi ciudadela, pero los conductores no respetan las rojas. Necesitamos control urgente antes de que pase una desgracia.
Pero el hecho de lidiar con vías congestionadas, no es algo que aterra únicamente a quienes viven en Los Ceibos o en la Alborada, donde el problema es permanente, sobre todo en la avenida Francisco de Orellana; sino también a los residentes de vía a la costa, donde el pedido a las autoridades se centra en buscar una solución.
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Leer másCristóbal Zurita, presidente del colectivo Vía a la Costa Progresa, pide planes de movilidad a largo plazo. “La ciudad está creciendo. Cada vez hay más residencias y comercios en esta zona, lo que implica más carros, vías llenas y no hay suficientes salidas. Lo que necesitamos son vías alternas, puentes peatonales, veredas anchas para que los ciudadanos puedan caminar. Nos urge tener más frecuencia en la llegada de líneas de buses, vías de conexión... Ojalá todo eso sea posible de tener. Es ya una necesidad”, argumenta Zurita.
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En vía a la costa necesitamos soluciones de vialidad a largo plazo. Queremos pasos a desnivel, vías de conexión, paradas de buses, y más.
Por donde vivo hay pocos buses y siempre debo salir hasta la principal, donde igual me toca esperar hasta media hora por una unidad.
Para los guayaquileños, el hecho de tener espacios que faciliten el encuentro o reemplacen el gris de las paredes con murales sería “el mejor regalo” para esta Navidad.
“He visto con agrado y orgullo cómo en Socio Vivienda han llenado de arte las paredes. Me da la impresión de que están combatiendo la violencia con cultura y eso es más que necesario. Guayaquil tiene decenas, por no decir, cientos de edificaciones que podrían ser un lienzo de los artistas. ¿Por qué no ser una ciudad con arte? Tener arte no es ir solo a una biblioteca o dar cabida a un show de teatro. Se puede hacer más. Y eso incluso fortalecería el turismo, aún apagado”, hace énfasis Lisbeth Castro, habitante del barrio del Centenario.
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Leer másEn otros sectores, como la ciudadela Martha de Roldós, donde los adultos mayores claman por rampas que faciliten sus desplazamientos por esas enormes escalares que son parte del espacio público y, en algunos casos, no tienen ni pasamanos; el pedido apunta a no vivir en un barrio donde la fetidez de las alcantarillas trastoca todo. “No queremos vivir más entre malos olores y alcantarillas rebosados. Ya no queremos tampoco promesas, queremos acciones. Nos lo merecemos. Por eso mi solicitud apunta a que se acabe la indiferencia por parte de la autoridad. Queremos atención, que prioricen la vida de barrio. Ese sí que será ‘el regalo’ que merecemos y que por años nos han negado”, sentencia Eugenio Bravo, residente del sector 400.
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Además del arreglo de las tuberías que siempre se desbordan, necesitamos que se hagan rampas para las personas mayores o con poca movilidad.
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