Los barrios recuperan su alma festiva
Los vecindarios se unen para no dejar pasar por alto las fiestas julianas. Ejecutan torneos deportivos, juegos populares y ferias.
El civismo perdura. El celeste y blanco ha vuelto a pintar a distintos vecindarios y sus residentes recuperaron la confianza, pues no quieren dejar pasar por alto los 486 años de fundación del Puerto Principal. Tras casi dos años de pandemia, que dejó muda a Guayaquil, sin la típica celebración juliana, el alma festiva regresó y se evidencia con los banderines que llenan de color las calles y banderas que cuelgan de los balcones, ventanas y negocios.
Todos le apuestan a la reactivación ya que a los barrios no solo volvieron los torneos deportivos, elección de reinas, juegos populares, sino también ferias de emprendimientos y gastronómicas. En fin, Guayaquil celebra hoy sus fiestas, pero los dirigentes comunitarios procuran que se mantengan las medidas de bioseguridad, para prevenir un posible rebrote de casos de coronavirus.
Uno de ellos es Xavier Zurita, presidente del comité Promejoras del barrio Garay, situado al oeste de la ciudad, y quien se trazó un objetivo: no permitir que la COVID-19 frene los 28 años ininterrumpidos de fiestas julianas desarrolladas en el vecindario. Y lo cumplió.
“Incentivamos a no dejar morir esta tradición, de celebrar a Guayaquil. Pese a estar todavía en pandemia, se pueden ejecutar actividades deportivas y culturales que nos beneficien”, expresó el dirigente.
En el populoso sector el ambiente festivo estuvo encendido durante toda esta semana, ya que diferentes equipos de indor fútbol se volcaron a las calles, transformadas en canchas, para dar rienda suelta a este deporte y a otros juegos populares. Los gritos de ánimos de sus familiares y amigos fueron parte de la jornada deportiva, que continuará esta tarde.
Responsabilidad ciudadana, el recurso que le queda a Guayaquil para mantener su agenda juliana
Leer másZurita reconoce que pese a que este año no se cumplió la presentación de artistas sobre tarimas y el tradicional desfile estudiantil al marchar al ritmo de las bandas musicales, sus vecinos y, sobre todo los más pequeños, alzaron el grito de “¡Viva Guayaquil!”. En el punto hasta eligieron a la Niña 25 de Julio, título que recayó en Camila Sánchez, de 10 años.
La fiesta juliana también retornó al emblemático barrio Las Peñas, donde las escalinatas lucen engalanadas y algunos policías pasan ronda, pero es con una feria de emprendedores y exposición de fotografías del Guayaquil antiguo quienes les han dado más dinamismo al sector. Desde el primer escalón hasta el 38, resaltan los estands con los productos, que van desde sombreros de paja toquilla hasta artesanías.
La música también invita a recordar a las leyendas de la música popular. Es el caso del bar Taberna, ubicado en el escalón 37, y cuyo propietario sube el volumen cada vez que se reproduce una canción del Ruiseñor de América, Julio Jaramillo. Esta vez aparece Reminiscencias y los peatones que circulan por el sitio se ven obligados a tararearla.
El espacio es una especie de museo, pues en sus paredes cuelgan camisetas clásicas de Barcelona y acuden no solo los hinchas del Ídolo del Astillero, sino también los jaramillistas y medardistas (seguidores del poeta Medardo Ángel Silva).
Esto también se conjuga con la celebración de Guayaquil. Así lo afirma Silvia Vélez, fundadora de la Asociación Cultural Cerro Santa Ana, y una de las protagonistas de que Las Peñas se reactive con la ayuda del retorno del civismo.
Ella se muestra contenta de forrar con celeste y blanco las fachadas de las casas o amarrar los banderines de una ventana a otra. Quiere que la ciudad se levante, por lo que adelanta que la feria y exposición estará abierta al público hasta el 31 de julio. “Con estos eventos buscamos que Guayaquil tenga nuevamente su brillo. Añoramos las fiestas”, acota.
Los moradores de la ciudadela Urbanor, en cambio, le apuestan a la gastronomía para realzar a Guayaquil. En el barrio se desarrollará una feria de comida criolla que iniciará hoy, a las 11:00, y también se prevé que se presenten platillos originarios de países como Colombia, Cuba y Venezuela. Es decir, una fusión de sabores.
Geofredo Calle, miembro del comité de moradores, detalla que, asimismo, habrá espacio para 40 emprendedores, todos residentes, con una muestra de sus creaciones.
Toma aliento la fiesta de Guayaquil
Leer más“Es nuestra forma de fortalecernos como comunidad y darle un festejo a Guayaquil en medio de la pandemia. Ya hay un mejor panorama”, argumentó Calle.
Él, al igual que los otros moradores, se contenta de que estas acciones hacen que perdure el civismo y a su vez la fiesta guayaca no quede en el olvido. Concuerdan que sí es posible seguir adelante y ensalzar a la ciudad ya que, se lamentan, han visto a sus vecinos desmotivados.
Este 25 de julio cambian ese escenario con los actos, pues la fiesta juliana nuevamente llegó y en diferentes rincones le apuestan a darle continuidad.